Se pueden clasificar a los emprendedores usando muchos criterios. En la lista que te he preparado en este artículo, verás muchas categorías con las cuales te podrás identificar. Porque cada persona, cada empresario, tiene diversas facetas, y muchos de los tipos de emprendedores que voy a detallar son compatibles entre sí.
Tipos de emprendedores por filosofía respecto a la idea de negocio
Emprender empieza por una idea. Me refiero al concepto que se intenta monetizar, para generar ingresos y beneficios. Pero para elegir la idea de negocio hay muchas filosofías posibles. Aquí tengo 5 planteamientos habituales.
El innovador
Este tipo de emprendedor no quiere montar un negocio como los demás. Es una persona creativa, que cree que una forma diferente de hacer las cosas puede tener éxito. Asume un riesgo importante, mayor al que toma el resto de los emprendedores, precisamente porque se atreve con plantear una solución muy diferente a lo que el consumidor está acostumbrado.
Cuando el nivel de creatividad es muy alto y la idea de negocio es muy innovadora, se puede hablar de emprendedor visionario. Aunque normalmente este término está reservado a los proyectos rompedores que acaban teniendo éxito y marcando época.
Hay una subcategoría de emprendedores innovadores. Aquellos que solamente quieren hacer las cosas de forma distinta porque así no tendrán competencia. Es un error. Siempre hay competencia. Si un concepto rompedor funciona, le copian y lo mejoran en muy poco tiempo. Ese tipo de personas suele caer en la paranoia de la idea.
El imitador
La mayoría de los emprendedores son imitadores. Algunos copian las ideas de los innovadores, otros simplemente montan negocios clásicos de toda la vida.
El nivel de riesgo es mucho menor que en la primera categoría, porque normalmente solo se copian modelos de negocio que han tenido éxito. Además, el emprendedor imitador cuenta con la ventaja de no tener que cometer los errores de los pioneros. Puede incluso aportar pequeñas mejoras respecto al formato original.
El trabajador intenso
Con este ejemplo, ya estamos viendo que dos tipos de emprendedores pueden ser perfectamente compatibles. El trabajador intenso podría ser tanto un innovador como un imitador. Se trata de una persona cuya filosofía es la mejora continua.
Lanza una primera versión de su negocio, le echa mucho trabajo y dedicación, y lo va mejorando poco a poco. Es una persona que parece un trabajador incansable, con mucha perseverancia y una enorme capacidad de esfuerzo. Si comete un error, dedica mucho trabajo en enmendarlo. Si algo funciona, dedica mucho esfuerzo en sacarle rendimiento.
El investigador
Para esa clase de emprendedores, la información es poder. El investigador está siempre buscando datos sobre su mercado, sobre la competencia, sobre la evolución de las leyes, y en general sobre cualquier cosa que pueda tener un impacto sobre el negocio. Le gusta planificar, y tomar decisiones informadas.
Es muy útil reunir datos e informarse, pero siempre tiene que haber un límite. El riesgo para ese tipo de persona es ralentizar demasiado el ritmo de las decisiones por culpa de un exceso de sed informativa.
El inversor
¿Para qué arriesgarse como el innovador?¿Para qué molestarse en montar un negocio imitando a los demás? El inversor aprovecha su disponibilidad de capital para comprar una participación en los negocios que le parecen interesantes.
Ser un inversor tiene varias ventajas. Primero, tiene acceso a muchas más ideas de negocios que las que se te podrían haber ocurrido. Segundo, si invierte en la fase de crecimiento, ya tiene los primeros resultados de la empresa y no se arriesga tanto como el fundador de la misma. Eso sí, también hay muchos inversores, como los que trabajan como business angels, que acompañan los proyectos desde el inicio, tomando un riesgo financiero importante.
Hay varios inconvenientes también. Hace falta bastante dinero para comprar un negocio que funciona. Cuesta mucho más que haberlo lanzado uno mismo. El otro problema es que muchas veces, los fundadores quieren mantener el control, por lo que el inversor puede estar en un segundo plano.
3 tipos de emprendedores según la fase del negocio
Las empresas evolucionan, y el perfil del emprendedor cambia a la par que ellas. Hay por lo menos 3 grandes fases.
El creador
Desde los meses de preparación del negocio hasta unos meses después del lanzamiento, el emprendedor es antes que todo un creador. Tiene que tomar mil decisiones que tendrán un impacto sobre el futuro de la empresa. Algunas se podrán cambiar fácilmente más adelante, otras no.
El creador se tiene que enfrentar en el momento más crítico de todo el proceso de emprendimiento: cuando la propuesta de valor sale al mercado. Puede que los clientes compren, puede que no. Como casi ningún negocio triunfa desde el primer minuto, el creador tiene que tomar muchas decisiones para adaptar su proyecto y hacer arrancar las ventas.
El desarrollador
Vamos a suponer que el proyecto empresarial ha funcionado. Los clientes responden de forma satisfactoria. Ahora es el momento de convertir el negocio incipiente en una empresa exitosa. El papel del creador tiene que dejar sitio al de desarrollador. Un tipo de emprendedor que hace crecer el negocio y lo va asentando.
Es un rol con mucho más planificación y seguimiento de resultados que en la fase inicial. Se ponen en marcha procedimientos, campañas, indicadores. Lo importante es consolidar el negocio a medio y largo plazo. El desarrollador es una fase necesaria, intermedia entre el creador y el gestor, que vamos a describir a continuación.
El gestor
El negocio ya está consolidado. Se aplican procedimientos y buenas prácticas. Se miden los resultados, se vigilan los riesgos y se planifica el futuro del negocio. Pero todavía el emprendedor está en primera línea. Poco a poco, tiene que aprender a delegar. La organización va evolucionando, para que él no tenga que tomar decisiones sobre cada detalle. Se limita a gestionar y dar las grandes orientaciones.
En esta fase, la empresa ya no depende tanto del empresario. Sigue siendo su negocio, pero puede funcionar en el día a día sin que él esté presente.
3 tipos de emprendedores en función del tamaño de la empresa
El autoempleo
Muchos proyectos empresariales tienen como único objetivo dar trabajo a una persona. El emprendedor no quiere que crezca el negocio, o si eso ocurre será para contratar a una o dos personas como mucho. La idea es principalmente crearse su propio trabajo. A menudo es una clase de emprendimiento que nace de la necesidad, por culpa del desempleo. Pero también es el caso de muchos empleados que prefieren ponerse a su cuenta para dejar de depender de un jefe y ganar más dinero.
El empresario
Esos emprendedores quieren tener un negocio exitoso. Quieren pasar por las fases de creación, desarrollo y gestión para luego controlar una empresa de tamaño respetable. Es el caso de muchos emprendedores cuya motivación principal es hacerse rico. No les vale con tener una tienda o un restaurante. Si el primer proyecto funciona, siguen abriendo nuevos emplazamientos para aumentar los ingresos, aunque suponga un trabajo enorme.
El magnate
A veces, y especialmente en el caso de negocios escalables, el empresario se convierte en la cabeza visible de una empresa enorme. Evidentemente, todos pensamos en casos como el éxito de Facebook, pero también hay otros casos de éxito como Cabify o Blablacar. Y no es una cosa reservada al sector tecnológico. Se puede empezar con un par de supermercados y acabar encabezando Mercadona.
3 clases de emprendedores en función de su principal punto fuerte
El tecnológico
Los numerosos éxitos digitales han dejado de manifiesto que el dominio del conocimiento tecnológico puede una excelente ventaja para emprendedor. Los emprendedores tecnológicos no son solamente informáticos, los hay en todas las áreas de la ciencia, y especialmente en campos como la biotecnología o las nanotecnologías, para un sinfín de aplicaciones.
El tejedor de redes
Tener muchos contactos también es una gran ventaja para emprender. Hay personas que tienen “don de gentes” y se conectan muy bien con muchas personas. Este tipo de perfil es especialmente exitoso en los sectores comerciales, aunque no exclusivamente. El emprendedor de una startup que conociera a muchos business angels e inversores sin duda tendría más posibilidades de conseguir rondas de financiación para sus proyectos.
El especialista
Es una persona experta en una materia. De todos los tipos de emprendedores que he listado hasta ahora, probablemente sea el que más combina con el perfil del autoempleo. Una persona muy técnica, con un alto conocimiento de lo que hace, puede solucionar muchos problemas al resto de las personas. Seas abogado, mecánico o experto en SEO, puede que tengas el perfil especialista.
Otras 3 categorías más
Ya te lo dije al principio, hay casi tantas clases de emprendedores como personas. Pero en algún momento tengo que terminar este artículo. Para cerrarlo, quería hablar de otros tres tipos que me costaba clasificar en las secciones anteriores.
El emprendedor múltiple
No le basta con un solo proyecto. O les encadena, o incluso lanza varios en paralelo. Evidentemente, eso exige una gran dedicación. También conlleva el riesgo de perder el foco (en el caso de los múltiples proyectos simultáneos).
Normalmente, son personas más cómodas en el perfil de creador que en el de desarrollador. Y ni menciono el perfil de emprendedor “gestor”. Son personas creativas e inquietas que se aburren cuando las cosas ya van lanzadas.
El emprendedor social
Evidentemente, emprender no se limita a montar negocios. Si he insistido más sobre esas facetas es porque, querido lector, estás en un blog sobre creación de empresa. Pero no podía dejar de mencionar a todos esos emprendedores sociales que lanzan proyectos sin un objetivo de lucro.
Emprenden para mejorar la sociedad, disminuir la desigualdad, proteger el medio ambiente, defender la cultura, y muchos más objetivos positivos para todos.
El intraemprendedor
Es una palabra muy de moda en las grandes empresas. Se refiere a las personas que promueven proyectos dentro de las organizaciones. Si es cierto que comparten algunos rasgos con los emprendedores “clásicos”, me parece que hablar de emprendedores internos es un poco abusivo.
- Por un lado, hablamos de lanzar un proyecto arriesgando tu tiempo y tu dinero, sin ninguna garantía de éxito, y la mayoría de las veces sin horarios ni fines de semana.
- Por el otro, se trata de personas que gestionan un proyecto desde la posición de empleado. Cobran, sea cual sea el resultado del proyecto. Trabajan dentro de un horario laboral definido. Y por supuesto no arriesgan su propio dinero.
No me parece muy comparable
¿Echas de menos algún tipo de emprendedor? Puedes compartir tu opinión en la sección de comentarios. Cada mensaje se modera antes de publicación.
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