El ordenamiento y la planificación de la producción en una empresa

planificación ordenamiento producciónLa planificación de la producción y su ordenamiento son dos métodos muy usados en la gestión de producción. Si se emplean correctamente, permiten tener una organización fiable y estratégica que facilita conseguir una mayor productividad. En otras palabras, esas dos herramientas organizativas serán muy útiles para optimizar el rendimiento de tu actividad industrial. Vamos a analizar tanto la planificación como el ordenamiento, para que puedas valorar como usarlas en tu empresa.

¿Qué es la planificación de producción en una empresa?

La planificación de la producción también se podría llamar programación, puesto que consiste en programar las diversas tareas y operaciones de la cadena de producción, de acuerdo con los plazos. El objetivo final del trabajo de planificación es llegar a producir a un menor coste, al mismo tiempo que se respetan los plazos y reglas establecidos. Cada operación de producción está programada para que haya un desfase ideal entre cada uno de los pasos.

Sin embargo, es posible que se reciban al mismo tiempo múltiples órdenes de producción, que a su vez requieren los mismos recursos. En caso necesario, se pueden utilizar diferentes reglas de prioridad para establecer las fechas de ejecución. Para ello, se usarán elementos como la estimación y cálculo de necesidades, la valoración de stocks, la planificación de recursos, etc.

Para simplificar, la planificación de la producción implica determinar qué productos queremos fabricar, en qué cantidad, en cuánto tiempo, y con qué recursos.

El rol de la tecnología en la planificación de la producción

Ya hemos establecido que la programación de la producción consiste en preparar un plan de trabajo, que a su vez depende de la cantidad de pedidos o ventas esperados.

Para poder hacer esa planificación, hace falta tener en cuenta muchos factores, como los materiales disponibles (y sus plazos de entrega), los trabajadores de los que dispones, y por supuesto la capacidad de producción, tanto de las máquinas como de las personas.

Está claro que para una empresa muy pequeña y con un proceso de producción sencillo, se podría pensar en hacer la programación de la producción manualmente. Eso, por supuesto, siempre que la persona a cargo sea capaz de tomar en cuenta todos los factores relevantes sin dejarse ninguno por el camino.

Sin embargo, en la realidad, en la mayoría de los casos de empresas industriales, hay demasiados factores para tomar en cuenta. Por suerte, hay soluciones tecnológicas e informáticas, como el ERP de Geinfor, que te permitirán gestionar la planificación de producción tomando en cuenta todos esos factores y optimizando tus procesos. Por si no lo sabías, ERP viene de los términos ingleses Enterprise Resource Planning, o planificación de los recursos empresariales.

¿Qué es el ordenamiento de la producción?

Un poco más específico que la planificación, el ordenamiento se encarga de la gestión y la organización estratégica de una secuencia de tareas. En ese caso, el enfoque consiste en dar prioridad a las distintas tareas y órdenes de producción planificadas, todo eso de acuerdo con las limitaciones de producción. Estas limitaciones pueden ser, entre otras:

  • Técnicas, como una máquina averiada o parada por mantenimiento.
  • De capacidad, es decir que no se disponga de recursos suficientes para producir.
  • De tiempo, para dar prioridad a los pedidos con un plazo más corto.

Simplemente puesto, el principal desafío del ordenamiento es la optimización máxima de los procesos y de las líneas de fabricación, con el objetivo de que todo se fabrique a tiempo y en las cantidades establecidas. Todo eso, por supuesto, mientras se minimizan los costes de producción.

Como se puede entender es un desafío importante. El trabajo de ordenamiento implica tener mucha atención y adaptarse constantemente frente a imprevistos y a riesgos y amenazas, tanto al nivel interno como externo. En otras palabras, hace falta tener una gestión de la producción en tiempo real, y que permita controlar al mismo tiempo los recursos técnicos y humanos, las compras, las existencias y por supuesto los plazos.

¿Entonces? ¿Planificación u ordenamiento de la producción?

Ambos métodos son necesarios para optimizar tu producción, y no tienes por qué elegir, porque, en la actualidad, las buenas soluciones tecnológicas, es decir los ERP, cuidan ambos aspectos.

Lo cierto es que sacar partido a las herramientas informáticas permite resolver los problemas complejos que presenta la planificación de producción, y encontrar la mejor solución aprovechando una información completa. Eso no solo se traduce en ahorro de costes y tiempos, y por lo tanto en una mayor rentabilidad. También implica mejorar el servicio al cliente, y aumentar las ventas, mediante un mejor aprovechamiento de los recursos.

Tendencias recientes en planificación de producción

Quizás cuando se habla de planificar, como lector te imaginas unas normas muy rígidas y unos procedimientos estrictos que no dejan lugar a la adaptación a los imprevistos. Pero, realmente, la planificación moderna es mucho más flexible y reactiva que en el pasado. Déjame citar un par de ejemplos.

En los últimos tiempos se ha generalizado el uso del QRM (Quick Response Manufacturing), o fabricación de respuesta rápida. Consiste en demorar lo más posible la planificación, de tal forma que, cuando finalmente se hace, se dispone de información mucho más completa sobre parámetros como plazos de entrega de materiales o capacidad de producción. Así se gana en eficacia y fiabilidad.

También se usa mucho la filosofía Lean Production (o Lean Manufacturing). Se trata de un sistema de organización del trabajo centrado en mejorar del sistema de producción. La idea es identificar y eliminar los procesos y actividades que no aportan valor ni al cliente ni al proceso. Hablamos de despilfarros o desperdicios, es decir aquellas tareas que implican pérdidas de tiempo, desperfectos o un exceso en la producción. Obviamente ninguna empresa quiere esos inconvenientes, pero muchos se quedan ocultos sin un método de mejora continua para encontrarlos y corregirlos.

Conclusión

En resumen, si todavía gestionas la producción de tu empresa usando notas mentales o una hoja de cálculo, quizás haya llegado el momento de que eches un vistazo a los beneficios que pueden aportarte las herramientas modernas. También te puedes formar en las técnicas más actuales, que te harán optimizar tus procesos y mejorarán la rentabilidad de tu negocio. Obviamente, no hablamos de actividades sencillas como si quieres empezar a elaborar tus propios jabones artesanales para vender, sino de industria más avanzada.

Y no olvides que en estos momentos es buena época para contemplar una modernización de tus herramientas, porque hay ayudas a la digitalización, que aplican en muchos ámbitos, incluido la gestión de producción.

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