¿Cuál es el origen de regalar cestas de navidad?

origen cestas de navidadLa Historia y la etimología son dos disciplinas fascinantes. En esa ocasión, vamos a interesarnos por una costumbre muy arraigada en España, el reparto de obsequios navideños a empleados y clientes. Como verás a continuación, el origen de las cestas de navidad es muy remoto, remontándose a la antigüedad romana. Evidentemente, las cosas evolucionaron a lo largo del tiempo. Te voy a contar todo lo que pueda sobre esa curiosa costumbre.

Una tradición navideña muy española

España no es el único país en el que existe la tradición de regalar algo a los empleados durante las navidades. En Reino Unido y sus antiguas colonias, se tenía la costumbre de regalar a algunas categorías de trabajadores y a los más necesitados una caja con regalos, generalmente comida, el día después de Navidad. El 26 de diciembre, conocido como Boxing Day, es hoy más un evento comercial al estilo Black Friday que algo parecido a la tradición española.

La costumbre de regalar un lote, una caja o una cesta de productos alimentarios de calidad es algo muy característico de España. Las cestas son regalos para empleados sin equivalente en otros lugares. Yo vengo de Francia, y allí no hay nada ni remotamente similar. En algunos países las empresas tienen detalles con sus trabajadores. Pero nada comparable con lo que ocurre aquí. ¿Entonces? ¿Cuál es el origen de la tradición de las cestas de Navidad?

Es a la vez muy antigua y bastante reciente. Te voy a explicar por qué.

Las cestas de navidad tienen su origen en la sportula romana

Hace unos dos mil años, la cuenca mediterránea estaba dominada por Roma. En esa época, los ciudadanos más ricos solían tener a un grupo de seguidores, o clientes, quienes les aportaban su apoyo a cambio de pequeños favores y obsequios. Esos clientes eran bastante más pobres, y dependían mucho de la generosidad del rico.

En el mes de diciembre, durante la celebración pagana de las Saturnales, que fue sustituida luego por la Navidad durante la cristianización, tenía lugar la tradición de la sportula. El patrón regalaba a sus clientes una cesta, habitualmente de mimbre, con higos, laurel y otros alimentos de calidad.

La tradición no se mantuvo después de Roma, pero no fue olvidada

Que las cestas de navidad tengan su origen probable en la tradición de la sportula parece bastante claro, por la gran similitud entre ambas costumbres. Sin embargo, después del declive romano no perduró esa tradición.

Pero no fue totalmente olvidada. A finales del siglo XIX se produjo una combinación entre el recuerdo de la costumbre romana y la práctica anglosajona de dar un regalo a los trabajadores. El resultado fue la creación de unas cestas de navidad, pero en aquel entonces la práctica se limitaba a organismos estatales y administraciones públicas.

El origen moderno de las cestas de navidad

Hasta los años 1950, el alcance de esos obsequios navideños estaba limitado. Pero, a partir de esa fecha, la tradición se consolidó y se generalizó. Empezó en las administraciones públicas, y luego llegó a las empresas privadas. De hecho, muchas compañías procedieron a regalar una cesta con productos de navidad a sus trabajadores, junto a una paga extra. Se entendió tanto como una forma de motivar al personal como una retribución adicional.

Fue entonces que productos como turrones, mazapanes, polvorones, embutidos, quesos y otras botellas de vino o cava se consolidaron como los artículos estrella de las cestas de navidad. También se hizo bastante común regalar un jamón.

Una herramienta de motivación y de atención al cliente

Hoy en día, las empresas españolas regalan cestas de navidad principalmente a dos grupos.

Para los trabajadores, se trata de un detalle muy apreciado, y que ayuda a demostrar el interés de la empresa para el bienestar de sus empleados. En ese sentido, se puede considerar como una herramienta de reconocimiento y motivación.

Pero las empresas también suelen regalar cestas a sus clientes más estratégicos. Es una manera de decirles que son importantes, y una buena forma de tener una atención especial que puede ayudar a fidelizar el cliente y consolidar la relación comercial.

 

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