¿Cómo patentar una idea de negocio?

como patentar una idea de negocio¿Te suena esta situación? Se te ha ocurrido una idea de negocio. Llevas varios días y semanas pensando en ella. Cada vez tienes más convencimiento de que es muy buena. Consideras que tiene un altísimo potencial de rentabilidad. Entonces se te ocurre que sería buena idea protegerla. Así que piensas en registrarla, para que solo tú puedas sacarle partido en el futuro. Pero, espera un momento. ¿Se puede patentar una idea de negocio? No realmente, pero la respuesta es un poco más compleja que un simple no. Así que quédate, y te explico cómo puedes proteger tu concepto.

He preparado un vídeo en Youtube que te cuenta lo mismo que el artículo. Si prefieres verlo, échale un vistazo siguiendo este enlace.

¿Por qué no se puede patentar una idea de negocio?

Vayamos un momento a la legislación española. En concreto a la Ley de Patentes del 24 de julio de dos mil quince. Su artículo uno dice que son patentables, en todos los campos de la tecnología, las invenciones que sean nuevas, impliquen actividad inventiva y sean susceptibles de aplicación industrial. En el artículo cuatro, precisa que no se considerarán invenciones:

  1. Los descubrimientos, las teorías científicas y los métodos matemáticos.
  2. Las obras literarias, artísticas o cualquier otra creación estética, así como las obras científicas.
  3. Los planes, reglas y métodos para el ejercicio de actividades intelectuales, para juegos o para actividades económico-comerciales, así como los programas de ordenadores.
  4. Las formas de presentar informaciones.

Simplificando, significa que una idea como tal no se puede patentar, pero su aplicación industrial sí.

Déjame ponerte un ejemplo. Si mañana fueras a registrar la idea de un servicio de taxi volador, no te dejarían hacerlo. Y tiene mucho sentido. ¿Te imaginas si una persona tuviera la patente de la idea de vender por Internet? ¿O de dar servicios de comida en un establecimiento? No habría competencia, y el desarrollo económico se vería muy frenado. Piénsalo. Unas pocas personas controlarían los derechos de los negocios más comunes.

¿Qué puedes registrar entonces?

No se puede patentar una idea de negocio, pero, aun así, hay muchos aspectos de tu creación que puedes proteger. En este artículo te voy a hablar de dos estrategias principales.

Puedes patentar un diseño industrial

Volvamos al ejemplo del taxi volador. Ya expliqué antes que no podrías registrar esa idea. Por lo tanto, si abrieras un servicio de este tipo, cualquiera podría competir contigo. Suponiendo que las autoridades autorizasen un servicio de taxi volador, por supuesto.

Ahora, imaginemos que has diseñado un prototipo funcional de coche volador. En ese caso, estamos hablando de una aplicación industrial. Tendrás planos detallados, habrás inventado elementos concretos de tecnología. Todo eso se puede proteger con patentes.

Si un competidor crea otro coche volador, no podrás impedírselo. Pero si usa elementos claves del diseño que patentaste, entonces podrás iniciar un litigio y tendrás buenas opciones de obtener compensaciones.

También puedes proteger tu marca

Imaginemos que eres el primero en abrir un servicio de taxi volador, y que registraste la marca Dragonfly como tu nombre comercial. Significa libélula en inglés, por cierto. Ahora, supongamos que tu negocio tiene mucho éxito, y que la marca Dragonfly se hace muy conocida en poco tiempo. Sin duda, atraídos por tu éxito, algunos competidores intentarán lanzar sus propios servicios de taxi volador. Pero no podrán llamarse Dragonfly. Es lo mismo que si mañana lanzaras tu marca de coches eléctricos. No podrías llamarlos Tesla.

Tener una marca registrada tiene mucho valor, especialmente cuando tu negocio es exitoso. Es una manera indirecta, pero efectiva, de proteger tu idea de negocio a medio y largo plazo.

¿Dónde registrar patentes y marcas?

Te invito a leer los artículos del blog sobre el registro de una marca o de una patente. Uno es sobre el coste de registro de una marca y otro sobre el procedimiento. También puedes visitar la web de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), donde encontrarás toda la información necesaria para registrar esos elementos.

Otras estrategias para proteger tu idea de negocio

¿Y qué ocurre cuando tienes una idea que no implica una aplicación industrial? ¿Y tampoco piensas tener una marca potente a corto y medio plazo? ¿Qué puedes hacer entonces para proteger tu idea de negocio? ¿Cómo puedes evitar que te la copien?

La única alternativa de la que dispones en esos casos es recurrir a acuerdos de confidencialidad. Es decir, cada vez que tengas que compartir tu idea de negocio con terceros, puedes hacer que firmen un documento en el que se comprometen a no revelar la información que compartiste con ellos.

Formalmente, un acuerdo de confidencialidad requiere una estructura muy precisa, donde se indique la propiedad de la información, su alcance, la duración del acuerdo, y otros elementos. Es recomendable apoyarse en un abogado para redactar el documento, de tal forma que realmente te proteja en caso de que el tercero no respete las cláusulas.

¿Qué valor tiene una idea de negocio?

Te seré sincero. Todos los mecanismos anteriores tienen sus limitaciones. Un competidor astuto podrá encontrar formas de saltarse una patente, encontrando métodos alternativos para obtener el mismo resultado. Y si tiene mucho éxito, su marca puede eclipsar la tuya con el tiempo, quitándole valor al registro de tu nombre comercial. En cuanto al acuerdo de confidencialidad, si un tercero con quien has firmado el documento comparte la información con otra empresa sin que lo sepas, ¿Cómo demuestras que te robaron la idea y que no pensaron en lo mismo?

¿Por qué te cuento todo eso? Simplemente para que sepas que una idea de negocio no tiene mucho valor en si misma. Lo que importa es como la pones en marcha y como gestionas tu negocio.

Te invito a ver los vídeos que publiqué hace un tiempo en Youtube sobre este tema. Tengo uno sobre la paranoia de la idea, un síntoma que sufren muchos emprendedores, pero que suele esconder un miedo a no saber hacerlo mejor que la competencia. También tengo otro donde explico muchos casos de empresas que fueron las primeras en lanzar un producto o servicio, pero no supieron sobrevivir a su competencia.

Emprender es competir, no hay otra. Por supuesto, es mejor que protejas los aspectos de tu negocio que pueden ser protegidos. Registrar tu marca, patentar diseños o firmar acuerdos de confidencialidad son acciones recomendables. Pero, lo que realmente cuenta, es que lo hagas mejor que tu competencia. Si consigues que tus clientes estén muy satisfechos con su experiencia de compra, si les ofreces una excelente relación calidad precio, entonces crearás imagen de marca y confianza. Son elementos intangibles que no puedes patentar.

¡Ánimo! Competir no es fácil, pero hay millones de empresas exitosas en el mercado. No tienes por qué ser el número uno al nivel mundial para tener un negocio rentable.

¿Qué opinas? Me gustaría saber lo que piensas sobre patentar y proteger una idea de negocio. Deja un comentario en este artículo.

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