Una de las innovaciones importantes en el sector financiero ha tenido lugar gracias a las posibilidades de Internet. Ha aparecido un nuevo segmento de mercado, con préstamos en el acto, con importes de poca cantidad y plazos administrativos muy cortos. Vamos a ver de qué se trata y los requisitos que requieren.
Los préstamos antes de Internet
No hace tanto tiempo, pedir cualquier préstamo implicaba tratar con la burocracia interna de los bancos. Hacia falta presentar una solicitud, adjuntar muchos documentos y garantías, y esperar a que los diferentes niveles de aprobación de la entidad dieran su visto bueno. No importaba si el objetivo era personal o si buscabas una forma de financiar tu negocio, los plazos y el papeleo eran importantes.
En esas condiciones, el coste administrativo de tramitar cualquier crédito era bastante alto, y las entidades fijaban una cantidad mínima para cualquier solicitud, normalmente varios miles de euros. Incluso las empresas especializadas en préstamos al consumo, aunque más eficientes, tenían las limitaciones administrativas y requerían una cantidad mínima. De otra forma, los intereses cobrados no les iban a compensar.
Simplificación administrativa
Pero entonces apareció una nueva herramienta, llamada Internet, que permitía simplificar mucho los procesos administrativos. Aprendimos a gestionar nuestras cuentas bancarias online, y descubrimos que procesos como hacer un pago, saldar deuda e incluso solicitar un préstamo de 500 euros se podían hacer con tan solo un par de clics.
¿A qué se debe eso? Al abaratarse los costes administrativos, ya podía ser rentable para una empresa prestar pequeñas cantidades. La estrategia es prestar más fácilmente pequeñas cantidades, asumiendo también un riesgo mayor de impago, porque no se pide mucha información ni muchas garantías. La contrapartida es un tipo de interés considerablemente alto, que permite rentabilizar las operaciones.
¿Quiénes ofrecen los préstamos en el acto?
El sector de los pequeños créditos a corto plazo es operado por un gran número de entidades. Si alguna vez has estado mirando en Google con palabras claves como préstamos rápidos o similares te habrás dado cuenta del gran número de competencia que existe en el sector. Generalmente no operan los bancos en este segmento de mercado, sino empresas financieras que aprovechan un alto nivel de capital de trabajo para rentabilizarlo con múltiples operaciones de préstamos a muy corto plazo.
Como esas compañías están orientadas a ofrecer el servicio más fácil y más rápido para sus clientes potenciales, todas compiten en simplificar los procesos. El resultado es que, en la mayoría de los casos, quien solicite uno de esos créditos lo podrá hacer de forma totalmente digitalizada.
¿Cómo se solicitan estos préstamos?
Como ya hemos estado explicando a lo largo de este artículo, el principal argumento comercial y la principal ventaja de este tipo de créditos es la facilidad para solicitarlos. Normalmente es tan sencillo como repasar los mensajes del correo electrónico para saber si han aprobado la solicitud.
De hecho, lo habitual es que baste con entrar al sitio web de la empresa, registrarse, rellenar un pequeño formulario y solo en algunos casos enviar fotos u escaneos de algunos documentos.
Hoy en día, la mayoría de las financieras que prestan este servicio tarda entre 5 y 15 minutos en dar respuesta a la solicitud. Por eso se habla de inmediatez. Un banco tradicional, en cambio, suele tardar días en responder, cuando no son semanas.
¿Cuáles son los requisitos necesarios para obtener un préstamo en el acto?
La verdad es que cada financiera posee una pequeña lista de exigencias propias, sin embargo, prácticamente todas coinciden en algunos requisitos que podrían considerarse como los primordiales.
Entre ellos se encuentran una identificación legal que demuestra la ciudadanía o residencia permanente. Porque casi ninguna entidad otorga préstamos a no residentes. Además, suelen exigir una dirección física comprobable, un número de teléfono y una cuenta bancaria, donde se depositarán los fondos del préstamo.
Algunas empresas pedirán soporte fotográfico digital de los requisitos mientras que otras obviarán este paso. Además, algunas también incluirán algún tipo de estado financiero, aunque cada vez son menos las que piden este tipo de información.
¿Son seguros son estos préstamos?
Evidentemente, cuando una persona pide este tipo de préstamo, está proporcionando unos datos personales sensibles, como puede ser la cuenta bancaria o alguna documentación identificativa o sobre solvencia. Por este motivo, es recomendable siempre operar con entidades de seguridad comprobada. Por lo general, la mayoría de las compañías que ofrecen esos servicios cuidan tu privacidad y cumplen requisitos de seguridad avanzados. Pero evidentemente, siempre es mejor comprobar primero si se trata de una página fiable, o si tendrías que tener más cuidado.
Lo que sí es muy importante, para cualquier persona que se plantee solicitar este tipo de préstamo, es darse cuenta de todas las condiciones y de las obligaciones que implica pedir un crédito. Hay que ser consciente del coste de los intereses y evidentemente nunca pedir ningún préstamo sin tener la seguridad absoluta de poder devolverlo en plazo. De hecho, me ha parecido interesante compartir un artículo de la OCU que alerta del peligro de un endeudamiento excesivo.