Cuando pensamos en las compras de las empresas y negocios, lo primero que se nos viene a la cabeza son proveedores especializados de productos y servicios. Pero, al igual que un particular, una empresa puede perfectamente hacer una parte de sus compras en el supermercado, para cubrir algunas necesidades diarias. Vamos a ver algunas consideraciones importantes.
¿Por qué comprar en el supermercado para tu empresa?
Los negocios tienen muchos motivos para realizar una parte de sus compras en el supermercado.
- Pueden beneficiarse de las últimas ofertas y ahorrar, aprovechando folletos como el catálogo de Lidl online, para encontrar productos al mejor precio.
- Es una solución práctica y rápida. Suele haber un supermercado cerca, y además tienen horarios muy amplios, por lo que cuando necesitas comprar algo, te lo ponen fácil.
- Las grandes superficies, especialmente los hipermercados, ofrecen una gran variedad de productos similares, por lo que se puede elegir entre distintas opciones para escoger la mejor solución.
- Muchas cadenas disponen de sistemas de fidelidad, con acumulación de puntos y descuentos en las próximas compras.
- Suelen solucionar fácilmente los eventuales problemas con los productos comprados, y permitir cambios y devoluciones incluso más allá de lo que marca la normativa.
- Algunas grandes superficies ofrecen precios muy competitivos para el combustible, a través de sus gasolineras propias.
La importancia de pedir una factura para tu empresa
Si tienes un negocio, tienes que saber que un simple tique de compra del supermercado no es suficiente para justificar los gastos de tu empresa. Los supermercados suelen emitir por defecto lo que se llama una factura simplificada, pero esa denominación es engañosa, porque no se trata de una factura válida al nivel de justificación fiscal.
En teoría, cualquier negocio tiene que identificar a sus clientes antes de emitir una factura. Pero, como puedes imaginar, esa labor sería casi imposible en el caso de empresas como los supermercados, que atienden a cientos de clientes cada hora. Si, para cada uno, tuviesen que pedir un DNI y preparar una factura completa, perderían muchísimo tiempo. Y también es bastante probable que esa obligación no les gustase a los compradores, por motivos de privacidad. Por eso, empresas como los supermercados tienen el derecho de emitir facturas simplificadas, que no son muy diferentes de los tiques de toda la vida.
Pero, si vas a comprar para tu negocio, tienes que pedir una factura completa. Probablemente te manden a la ventanilla de atención al cliente para realizarla, pero los supermercados están obligados a proporcionártela si se lo pides. Y tú estás obligado a pedirla, si quieres contabilizar el gasto correspondiente. Por factura completa me refiero a una que identifique completamente al cliente (con su NIF y dirección), y tenga un desglose del IVA, además del resto de informaciones básicas.
Cuidado con la conservación de los tiques
A menudo, los supermercados emiten las facturas completas usando la misma tecnología que con los tiques, concretamente la impresión térmica. En ese caso, es muy recomendable que vayas escaneando las facturas cuando las recibas, simplemente porque la tinta de esos papeles se suele borrar con el tiempo. No ocurre inmediatamente, pero como tienes la obligación de mantener cuatro años de facturas para posibles inspecciones, si no tomas esa precaución, es posible que los tiques sean ilegibles cuando hayan pasado unos años.
¿Qué tipo de productos suelen comprar las empresas en los supermercados?
Puesto que las grandes superficies venden prácticamente de todo, es difícil hacer una lista exhaustiva de lo que un negocio pueda comprar en un supermercado. Sin embargo, hay algunos casos habituales.
- El material de oficina, como papel, cartuchos de impresoras, bolígrafos, y otros productos similares, es sin duda una de las compras más frecuentes.
- Otros muchos negocios aprovechan su visita al supermercado para reponer los productos de limpieza y de higiene, como papel higiénico, jabón, lejía, guantes, mopas, o friegasuelos.
- También es bastante habitual ir a comprar productos alimentarios, como capsulas de café, gaseosas, botellas de agua, o snacks.
- En los hipermercados se pueden comprar equipos informáticos y tecnológicos, tales como ordenadores, teléfonos, impresoras, escáneres, tablets, y otros muchos.
¿Y tú? ¿Compras mucho en el supermercado?
¿Cuáles son los productos que prefieres comprar en establecimientos de la gran distribución? ¿Te parecen buenos proveedores o prefieres contar con distribuidores especializados? ¿Aprovechas las ofertas especiales o vas cuando no tienes otra opción? Me encantaría conocer tu opinión y tus experiencias, así que no dudes en compartir tus reflexiones en la sección de comentarios.