Ahora que estamos en verano, me parece un momento ideal para analizar más en detalle una idea de negocio que ya comenté en su tiempo: montar una actividad de alquiler vacacional. En concreto, quería incidir sobre algunos consejos prácticos que te ahorrarán tiempo y esfuerzo si estás pensando en iniciar un negocio de este tipo. Desde la ubicación hasta la elección de un software de gestión pasando por la normativa local o la definición del contrato, aquí tienes unas recomendaciones importantes que no te puedes perder.
Elegir la ubicación y el bien inmobiliario para tu negocio de alquiler vacacional
Si tu objetivo es poder sacar una buena rentabilidad a los activos inmobiliarios, lo primero que tendrás que hacer es buscar una ubicación en la que podrás tener clientes buena parte del año. Por suerte, en España tenemos un clima favorable, que permite alquilar casi los 365 días del año, especialmente en la costa mediterránea y en Canarias.
También te interesará encontrar una ubicación favorable respecto a sitios de interés turístico. Me refiero a playas y otros lugares de vacaciones, ciudades históricas, zonas con actividades culturales y de ocio, etc.
Tener una buena accesibilidad con el transporte público es otra gran ventaja. La proximidad de un aeropuerto internacional facilita la llegada de turistas extranjeros. Contar con paradas de metro o bus, o una estación de tren, ayuda a que todos puedan llegar. Sin contar que se pueda aparcar fácil cerca del alojamiento turístico. Tener una plaza reservada para la vivienda es ideal.
Elegir un software de gestión de alquiler vacacional adaptado
Aunque solo tengas un alojamiento turístico en alquiler, tienes que saber que gestionar reservas y cancelaciones es una labor bastante compleja. Viene muy bien elegir un software de gestión de alquiler vacacional dedicado. No te basta con un calendario y una hoja Excel.
En particular, tienes que pensar que, como emprendedor del sector, te interesa ir publicando tu alojamiento en todas las plataformas relevantes. Ya sabes, Airbnb, Booking, Vrbo, Expedia, y similares. Si solo usas una, tienes dos problemas. El primero es que pierdes potencialmente oportunidades de negocio ofrecidas por las otras. El segundo es que los usuarios pueden cambiar sus costumbres. Mira como ahora la red social que más crece es TikTok, ya ni Facebook ni Instagram.
Por eso, el software que elijas debería tener un channel manager para alquileres vacacionales, es decir una funcionalidad para gestionar los diferentes canales en los que compartes tu alojamiento, y que todo te aparezca en un único calendario. Sin esa opción, tendrás mucho trabajo para agrupar la información y el riesgo de cometer errores como alquilar dos veces la vivienda para un periodo dado.
Necesitas tener un buen contrato
¿Recuerdas como en el blog suelo decir que un negocio necesita los servicios de un buen abogado? Lo cierto es que es muy importante pararse un momento para diseñar aspectos estratégicos de la empresa. En este caso, si no quieres complicaciones, tendrás que cuidar mucho la elaboración del contrato de alquiler vacacional. Tienes plantillas disponibles por Internet, pero nunca viene mal repasarlas con un profesional, y así asegurarse de que hay clausulas precisas para todas las eventualidades del negocio y tu situación particular.
La normativa local afecta tu negocio de alquiler vacacional
Cuando salieron las primeras plataformas de economía colaborativa, hubo unos años en los que existía cierto vacío legal sobre algunos tipos de alojamiento turístico. La situación se resolvió dejando a las administraciones locales, principalmente las Comunidades Autónomas, que fijaran las reglas del juego.
En la mayoría de las regiones de España, para poder operar este tipo de negocio de alquiler vacacional hace falta una licencia, que se otorga solo cuando se cumplen unos requisitos. Tendrás que repasarlos antes de siquiera plantearte comprar, alquilar o adaptar una vivienda para comercializarla como alojamiento turístico.
Muchas comunidades exigen, por ejemplo, que los alojamientos tengan un acceso directo desde la calle, para no molestar al resto de los vecinos de las fincas. Sin contar que sean viviendas accesibles y con unas condiciones mínimas. Y luego puede que haya normativas municipales, que pongan más restricciones al negocio. Tienes que averiguarlo todo.
¿Cómo gestionar los aspectos prácticos?
La gestión de alojamientos turísticos suele tener cuatro requisitos prácticos. Alguien tiene que gestionar las reservas. Necesitas una forma de entregar las llaves a los clientes y recuperarlas cuando se van. Además, es necesario limpiar la vivienda entre cada estancia, y, como mínimo, una vez a la semana. Finalmente, alguien tiene que estar disponible en caso de problema con la casa, como una avería o similar.
Para las llaves, cada vez es más frecuente el uso de mini cajas de seguridad. Se abren con un código que se puede proporcionar al cliente. Y cuando se va, puede dejar las llaves en el mismo sitio.
Sin embargo, tanto para la limpieza como para emergencias, es necesario tener a alguien que vaya físicamente al alojamiento. Generalmente, ambos trabajos se subcontratan a terceras personas.
Queda el tema de la gestión de las reservas y cancelaciones. Cuando se tiene solo una vivienda, lo habitual es que sea el mismo emprendedor que se haga cargo. Pero, en realidad, también suele compensar subcontratar esa parte. Hay empresas especializadas en gestionar las viviendas de terceros. Supone sacar una menor rentabilidad, pero es mucho más cómodo.
Ahora, si vas a tener más de una vivienda y dedicarte a tiempo completo al negocio del alquiler vacacional, sí que interesa que inviertas tu tiempo en ello. Hablar inglés es un requisito. Y cuando tengas varios alojamientos, podrás contratar personal para encargarse.
Con esos pocos consejos, incrementas bastante tus opciones de tener un alojamiento turístico rentable y poder convertirlo en un negocio de futuro.