Hoy vamos a descubrir unos datos sobre uno de los pilares de la economía mundial actual, el transporte marítimo. Es uno de los negocios menos conocidos, pero es imprescindible en nuestro mundo globalizado. También veremos algunas oportunidades de negocio asociadas al sector, desde nichos muy específicos hasta empresas más generalistas. ¿Listos para embarcar? ¡Vamos allá!
¿Cuánto mueve el transporte marítimo?
Se estima que alrededor del 80% del comercio internacional se mueve por océanos y mares, haciendo del transporte marítimo una pieza imprescindible de la interconexión económica entre los países del mundo.
El volumen transportado ha crecido exponencialmente. En 1970, se transportaron 2.600 millones de Tm. En 2019, esa cantidad había crecido hasta los 11.000 millones de Tm. Y todo eso con una flota internacional de buques que no llegaba a los 100.000 navíos. Pero, claro, cuando sabes que el portacontenedor más grande del mundo puede llevar 24.000 contenedores a la vez, te haces una idea del tamaño de cada uno de esos buques.
Por cierto, aquí tienes la foto del tráfico marítimo en el momento en el que escribo esas líneas, la saque de Marinetraffic.com:
Oportunidades de negocio muy variadas
Como dije antes, no se suele hablar mucho del sector del transporte marítimo, pese a su importancia estratégica y económica. Y, sin embargo, contiene muchas oportunidades de negocio. Te voy a citar varias, desde las soluciones de empresas como es.endress.com para aplicaciones industriales muy especializadas, hasta los negocios más tradicionales del transporte marítimo.
Garantizar la precisión del bunkering
Todos esos buques que se desplazan por nuestros mares necesitan combustible, y, al igual que lo hacen los coches y los camiones, también repostan de vez en cuando. Al repostaje en el mar se lo conoce como bunkering, y se puede hacer de distintas formas: desde una estación fija en un muelle, desde otro barco, o incluso desde un camión cisterna. Pero, lo más habitual es el repostaje de buque a buque, que permite a los barcos no desviarse de su ruta y optimizar el tiempo.
Como puedes imaginar, cuando un buque reposta no se le echan 40 litros como en tu coche personal, por lo que es muy importante que la medición de las cantidades servidas sea precisa. De allí la importancia de ofrecer productos que permitan la medición másica de bunkering con la mayor exactitud posible. Fabricar y comercializar este tipo de soluciones es un negocio de nicho, pero teniendo en cuenta el tamaño total de las flotas, tiene un potencial interesante.
La actividad de una naviera
Obviamente, es la pieza más importante de todo el sector. En concreto, una naviera es una empresa que se dedica al transporte marítimo de mercancías o pasajeros, utilizando buques propios o arrendados. En la actualidad, los dos países con más barcos mercantes son Indonesia (unos 9.900) y Panamá (7.900), bastante por delante de países como China, Japón, o Estados Unidos.
La naviera es la responsable última del transporte de las mercancías a bordo de sus barcos, pero a su vez suele estar contratada por otras compañías, como los transitarios que comentaré a continuación.
Los transitarios
Empresa contratada por el remitente o el destinatario de un bien que debe usar varios transportes sucesivos. Su misión es organizar la conexión entre los diferentes transportistas y así garantizar la continuidad del transporte. Dentro de su rol, suele confiar a una naviera unas cargas para unos viajes determinados.
Los consignatarios
También conocido como agente marítimo, es un intermediario independiente que actúa en nombre y por cuenta del operador de un barco (la naviera), para algunas actividades en los puertos. En particular, se ocupa de las fases terrestres del transporte marítimo, entregando y recibiendo la carga.
La naviera le confía la organización de la escala en un puerto. Eso incluye la gestión operativa de los buques durante la escala marítima, haciendo de enlace entre el puerto, el buque y la tripulación. También se encarga del seguimiento administrativo de las mercancías transportadas. Gestiona los documentos y las declaraciones de aduana.
Importadoras y exportadoras
Es cierto que puede haber empresas de importación y exportación que no usen servicios de transporte marítimo. Pero, teniendo en cuenta la importancia del sector en el comercio internacional, la mayoría de esas empresas están muy involucradas en todos los procesos marítimos, y son interlocutores habituales de navieras y transitarios.
Gestión de puertos
Generalmente encargada a una entidad pública o subcontratada a una gran empresa especializada, la gestión de los puertos es un elemento fundamental del transporte marítimo. Incluye no solo la construcción y el mantenimiento de las instalaciones necesarias en el puerto, sino la gestión de estas, dando servicio a las navieras y a los consignatarios.
Servicios financieros
La financiación de las navieras es un tema interesante para cualquier inversor o entidad financiera, pero quería hablar de un tema más específico, el riesgo de crédito. El transporte marítimo implica grandes plazos en las entregas de productos. Por eso era necesario encontrar una solución para garantizar al cliente final la entrega de sus mercancías y al vendedor el cobro de sus ventas. Esa solución existe desde hace mucho tiempo, en la forma del crédito documentario. Se trata de un servicio prestado por los bancos, que vincula el pago con la entrega de documentos de transporte.
Software especializado
Evidentemente, en un sector como el transporte marítimo, la logística y el seguimiento de las mercancías tiene una gran importancia. De allí que haya muchas oportunidades para softwares especializados, que permitan un mayor control sobre los procesos.
Mantenimiento de barcos
Revisar el buen funcionamiento de los buques y efectuar las reparaciones y actualizaciones necesarias representa también una gran oportunidad de negocio para empresas especializadas.
Podría seguir con más ejemplos, pero creo que con lo que he citado se ve todo el potencial que tiene el sector marítimo para los emprendedores. Es cierto que, muchas veces implica unas inversiones cuantiosas, pero también hay oportunidades en servicios específicos que no necesariamente tienen que suponer aportar mucho capital.