Propuesta de reforma de las cuotas autónomos: lo bueno y lo malo

reforma cuotas autónomosAyer se filtró en la prensa una propuesta de reforma del sistema de cotización a la Seguridad Social para autónomos. La reforma contempla una bajada de las cuotas de los autónomos que menos ganan y una subida importante de las cuotas de los que más ingresan. Pondría fin al sistema de libre elección de la cotización. Voy a intentar analizar lo bueno y lo malo de la reforma, desde mi punto de vista, ya que es un tema que interesa a todos los emprendedores.

¿En qué consiste la reforma de las cuotas autónomos?

Cómo está la cotización de los autónomos antes de la reforma de cuotas

Hasta ahora, los autónomos podían elegir su base de cotización, entre unos 944 euros mensuales y 4.070 euros mensuales. Esa base servía a calcular la cuota mensual de seguridad social, aproximadamente el 30%, por lo que se podía cotizar entre unos 290 y unos 1.200 euros mensuales.

A partir de los 48 años, la Seguridad Social obliga a los autónomos a cotizar entre una base mínima de 1.018 euros y una máxima de 2.078 euros mensuales, salvo que hubieran cotizado antes por más. Es decir, no permite a los autónomos aumentar mucho su cotización justo antes de jubilarse, para que la pensión les salga mejor. Concretamente, eso corresponde a cotizaciones entre 300 y 600 euros mensuales aproximadamente.

¿Qué es lo que propone la reforma de las cuotas autónomos del gobierno?

La idea es establecer un sistema de tramos de cotización, en función de los rendimientos de los autónomos. Aquellos que ganen poco pagarían menos cotización, y aquellos que ganen más pagarían más.

Se empezaría a poner en marcha en 2023, con unos tramos de cotización que irían de 200 a 400 euros, para finalmente llegar al sistema diseñado en 2032, con cuotas mensuales de autónomos entre 90 y 1.200 euros, en función de los ingresos.

Aquí tienes la tabla:

cuadro cuotas autónomos

En la columna “diferencia” indiqué cuanto cambiaría el pago anual de cuotas respecto a lo que se paga ahora, que son unos 290 euros mensuales habitualmente, ya que la mayoría de los autónomos cotiza por el mínimo.

¿Cuál sería la referencia para calcular los tramos?

Cada autónomo haría una estimación de sus ingresos, y tendría la posibilidad de cambiar su tramo de cotización varias veces durante el año. Al final del ejercicio, de una manera similar a lo que ocurre con la declaración de la renta, se haría una regularización basada en los rendimientos reales de los autónomos.

Los puntos que me parecen buenos en esa reforma

  • Establece un sistema de cotización progresivo, con cuotas menores para los autónomos que ganan poco, y mayores para los que ganan más. En ese sentido, asemeja el sistema de cotización al de los trabajadores por cuenta ajena.
  • Los nuevos autónomos hasta ahora pagaban una tarifa plana de unos 60 euros durante el primer año, que luego iba subiendo hasta los 290 euros después de dos años de actividad. Muchas veces, esos 290 euros era una cantidad desproporcionada respecto a sus ingresos. Con los nuevos tramos, no pasaría lo mismo.
  • Los autónomos que elegían cotizar poco y ganaban mucho podían encontrarse con una pensión muy baja al jubilarse, sobre todo teniendo en cuenta que después de los 47 años no se puede aumentar la base de cotización más allá de los 2.000 euros.

Lo que me parece malo en la reforma de las cuotas de los autónomos

¿Por qué no aplicar directamente un porcentaje de cotización?

¿Qué sentido tiene hacer 13 tramos? Me parece muy complicado, y hasta injusto. Si lo he entendido bien, no es como el IRPF, que realmente es progresivo. Un autónomo con unos ingresos de 27.001 euros pagaría 6.540 euros de Seguridad Social, mientras un autónomo con unos ingresos de 26.999 euros pagaría 5.100 euros.

Tendría mucho más sentido aplicar un porcentaje de cotización, por ejemplo, del 25%, con un tope para aquellos que superan el máximo. Si resulta más fácil a la Seguridad Social cobrar una cuota de una tabla durante el año, se puede hacer. Pero la regularización debería ser con un porcentaje.

El crecimiento de las pensiones

El problema con este tipo de reformas, es que afectan doblemente a los futuros pensionistas (pagan más para cobrar menos), sin suponer ningún cambio para los jubilados actuales.

En un sistema como el nuestro, los trabajadores de hoy pagan las pensiones de los jubilados actuales. No hay que dejarse engañar con el concepto de los derechos cotizados en el pasado. En la práctica, ahora mismo los autónomos y los trabajadores por cuenta ajena están pagando las pensiones de los trabajadores que se jubilaron.

Hace tiempo que se sabe que el sistema, tal como está, no es sostenible. No se trata solamente de un problema demográfico, que también lo hay, sino que los nuevos pensionistas cobran bastante más que los antiguos.

Mira esos datos de El País Data. En abril 2011, la pensión media en España era de 911,72 euros. En abril 2021, había subido a 1.186,87 euros. Ha subido un 30% en los últimos 10 años (y más del 75% desde 2005). Para tener una referencia, el salario medio en España ha pasado de 24.786 euros en 2010 a 26.934 euros en 2020, según esos datos de Expansión, es decir una subida inferior al 9%.

¿Ves el problema?

La excusa de la reforma y la realidad

La realidad es que hace falta cada vez más dinero para financiar las pensiones actuales. Por eso se ha ideado esa reforma que permite aumentar sustancialmente la recolección de impuestos a los autónomos. Y se hace con la excusa de que eso les permitirá cobrar más pensiones en el futuro.

La realidad, es que sin una reducción de lo que cobran hoy los pensionistas, el sistema no puede ser sostenible. Si no se ajustan las prestaciones, lo que va a ocurrir es una gran injusticia. Aquellos que cotizan más ahora, y cotizarán aún más en el futuro, se beneficiarán de prestaciones mucho más bajas cuando les toque jubilarse, porque es inevitable que se retoquen las prestaciones en el futuro.

Lo que pasa es que la justicia social pesa muy poco respecto al coste electoral de las decisiones políticas. Lo justo sería modificar desde hoy las prestaciones percibidas, porque no tiene sentido que personas que han cotizado menos estén cobrando más pensiones que las que van a cobrar en el futuro los trabajadores de hoy, que cotizan más.

El riesgo de potenciar la economía sumergida

Otro problema que veo con la reforma de las cuotas de autónomos es un riesgo de fomentar la economía sumergida. Algunos autónomos podrían tener más incentivo para declarar menos ingresos de los que cobran realmente, puesto que la presión impositiva aumenta con una subida de la cotización a la Seguridad Social.

Para ello, sería necesario reforzar los mecanismos de control, para asegurar que todos los autónomos declaran la totalidad de sus ingresos. Pero lo veo difícil en algunos sectores en los que es muy fácil operar con efectivo.

 

No sé si esa reforma de las cuotas de los autónomos se llevará a cabo finalmente, pero me ha parecido una noticia interesante para reflexionar sobre las pensiones. ¿Qué opinas?

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