El capital humano es el mayor activo de un negocio. Por eso, no solo es importante contratar a las personas adecuadas para los puestos de trabajo. También tienes que pensar en cómo asegurar que tengan los conocimientos necesarios. Y es allí donde el tema de la formación toma toda su importancia. Por ese motivo, hoy te voy a dar 7 consejos para formar a los trabajadores de tu empresa. Tómate unos minutos, porque cuidar el capital humano es una excelente inversión a largo plazo.

Elige el tipo de formación adecuado para cada empleado

Tienes muchas opciones para ir mejorando o actualizando los conocimientos de tus trabajadores. Voy a citarte las principales posibilidades. Ten en cuenta que puedes saber más sobre formación a empresas en Xtudeo y encontrar la que mejor encaje con tu estrategia formativa.

Formación continua

En un mundo en perpetua evolución, en los que las habilidades requeridas van cambiando con el tiempo, es necesario tener soluciones de aprendizaje que permitan ir actualizando regularmente los conocimientos. Una gran estrategia es ofrecer a tus empleados programas de formación continua. La idea es ir acompañándolos a lo largo de su estancia en la empresa, con cursos que les aporten valor añadido para desempeñarse en sus puestos de trabajo o evolucionar a otras funciones dentro de tu negocio.

El aprendizaje online

Ya antes de la pandemia los cursos por Internet habían demostrado sus beneficios, pero la crisis sanitaria que vivimos generalizó ampliamente su difusión. Es un modo de formación que permite a cada empleado aprender a su ritmo, en el horario que mejor le encaja, y desde cualquier lugar.

Formación interna

A veces tienes talento interno con los conocimientos más que suficientes para ir formando a otros trabajadores. Es un recurso que no hay que menospreciar. Piensa en esas personas que llevan tiempo en sus puestos y que han acumulado un gran saber hacer y mucha información sobre algunos temas. Pedirles su participación en el proceso formativo no es solo una estrategia muy eficiente, también es una muestra de reconocimiento para esas personas, que pueden sentirse mejor valoradas. Este estatus de “experto” puede llevar a ser una fuente de motivación adicional.

La formación bonificada

¿Sabías que formar a tus empleados te podía salir muy económico, e incluso hasta gratis? Si no conoces la formación bonificada, tienes que saber que hay centros y entidades de formación debidamente inscritos y acreditados que ofrecen cursos bonificados. La Seguridad Social proporciona una ayuda económica a las empresas para que sus trabajadores puedan realizarlos.

Tienes que definir el plan de formación

¿Cuál es el objetivo de formar a los trabajadores?

Una buena estrategia en cualquier campo empieza siempre con la definición de los objetivos. En este caso, la formación tiene que servir para lograr unas metas concretas. Pregúntate qué es lo que quieres que tus empleados aprendan y en qué ese aprendizaje va a aportar valor a la empresa.

Concretar te permite evitar gastar tiempo y dinero en cursos que no vayan a aportar un valor añadido real a tu negocio, un error en el que incurren demasiadas empresas

¿Qué punto de partida tiene cada empleado?

Para dibujar una ruta, no solo tienes que saber hasta dónde vas, sino también desde donde partes. Solo así podrás encontrar la formación adecuada para llegar de un punto al otro. Además, recuerda que no todos tus trabajadores tienen el mismo perfil ni los mismos conocimientos iniciales. Por eso, tienes que hacer un balance de los conocimientos reales de tus empleados.

Supongamos que quieres enseñar a todo tu equipo comercial el uso de un nuevo programa de ventas. Es posible que algunos trabajadores necesiten una formación básica en informática antes de manejar ese software concreto, mientras otros empleados podrán atender la formación del nuevo programa sin miedo a sentirse perdidos.

Diseña un plan para formar por etapas a los trabajadores

Es muy importante que el nuevo conocimiento aportado a los trabajadores sea útil y lo vayan asimilando. Para lograr ese objetivo, necesitarás establecer unas etapas intermedias, con los diferentes cursos correspondientes que irán incluidos en el plan de formación. De nuevo, es mucho mejor si diseñas la estrategia de forma individualizada, aunque por supuesto, varios empleados puedan asistir al mismo curso.

La importancia de formar regularmente a los empleados

Antes te mencionaba la formación continua como una de las principales opciones para tu política de recursos humanos. Quiero volver a incidir en la importancia que tiene plantear la formación como algo regular y recurrente. No creas que, porque tus trabajadores hayan hecho tal curso, de repente son expertos. Si no vuelven a recibir formación, es probable que vayan olvidando algunos aspectos. Además, tener cursos regulares permite actualizarse y aprender las novedades.

Te voy a dar un ejemplo. Supón que una persona haya seguido una formación de Excel hace dos años, porque manejaba muchos datos económicos y necesitaba aprender nuevas funcionalidades. Muy probablemente esa persona haya aprovechado muchas de las enseñanzas del curso. Pero estará muy lejos de usar todo el potencial de Excel. Si vuelve a tener una formación unos años después, ya teniendo más experiencia se fijará en nuevas funcionalidades útiles, además de novedades potenciales que tenga el programa.

Plantea una formación más transversal

Lo lógico es que una empresa plantee formar a sus empleados para el trabajo que están realizando ahora. Pero, si tienes una visión más amplia, podrás ver las ventajas de pensar en enseñar a los trabajadores algunas de las funciones de sus compañeros de trabajo. Hay dos beneficios muy claros.

1. Primero, gracias a este tipo de formación, tus empleados entenderán mejor lo que hacen los demás, lo que ayudará a que sean más productivos e innovadores, sin contar que creará más sensación de trabajo en equipo.

2. Además, en caso de ausencia o baja de un trabajador, tendrás a otros empleados que sabrán realizar algunas de sus tareas, evitando así el bloqueo de la empresa por depender de una persona.

Sigue los resultados de tu plan de formación

A medida que vaya pasando el tiempo, tienes que volver a tu plan de formación y comparar los objetivos iniciales con lo que se ha conseguido. De esa forma, podrás ver si hay que adaptar el plan, si falta alguna formación específica, o si algún curso no ha aportado el valor añadido que se esperaba.

De nuevo, es un proceso continuo, que tienes que hacer a lo largo del tiempo, mejorando gradualmente la calidad de la estrategia formativa, ayudándote de la experiencia conseguida.

Escucha las sugerencias de los trabajadores

Puede que tú tengas muy claro cuáles son los objetivos formativos de tu empresa, pero escuchar a tus empleados siempre es una buena idea. El trabajador es quien se enfrenta cada día con las tareas que tiene que realizar, y es muy probable que pueda identificar oportunidades de formación adicionales a las que hayas definido. Así que toma un tiempo para dialogar con tus empleados, y valora cada sugerencia individual para su potencial inclusión en tu plan de formación.

Anticipar las salidas de empleados

Comenté antes como una estrategia de formación más transversal permite evitar los inconvenientes de ausencias o bajas inesperadas. La idea de usar cursos para anticipar las salidas de empleados va en la misma línea.

En muchas empresas hay salidas que se conocen con mucha antelación, principalmente las jubilaciones o las bajas por maternidad. Sabiendo que uno de tus empleados se va a ir, definitiva o temporalmente, puedes usar la formación para transmitir sus conocimientos a otro trabajador. En ese caso, suele ser la persona que se va la que enseña lo que sabe, pero esa estrategia de formación interna se puede completar con algún curso externo.

Esos son 7 consejos para formar a los trabajadores de tu empresa. Aprovecho para repetir lo importante que es tener a un personal con los conocimientos adecuados. Si no tienes una estrategia de formación, ponte en serio con ello.