Contra la obsolescencia planificada, más ideas

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Planificada o programada, la obsolescencia de los productos es un problema ético, económico y de medioambiente. Después del primer artículo sobre el tema , que desde su publicación hace unas semanas ha sido apreciado por los lectores, y porque este tema me gusta particularmente, he decidido profundizar en el tema, proponiendo nuevos conceptos de negocio que luchan contra la obsolescencia planificada y sus causas.

En el anterior post presenté cuatro métodos:

  1. Crear productos de calidad duraderos
  2. Reparar
  3. Reciclar
  4. Aportar un valor añadido de servicio, no de producto

Hoy completo la lista con más ideas.

5- Compartir los productos

El ser humano es a veces muy poco lógico en su forma de gestionar las cosas. Algunos de los bienes más caros que existen, como la vivienda o los coches están la mayor parte del tiempo sin uso. De acuerdo, compartir una vivienda es algo complejo, primero porque una vivienda no se mueve, por las mudanzas y porque las personas las suelen necesitar en las mismas fechas y horas.

Luchar con la obsolescencia planificada en el caso de los vehículos

Pero veamos el caso del coche. Es increíble la cantidad de personas que tienen un vehículo y lo usan muy poco. Se queda aparcado días en la calle o en el garaje, perdiendo valor para su propietario y quedando cada vez más atrasado tecnologicamente respecto a los nuevos modelos. Pero incluso las personas que usan un coche a diario lo usan en realidad muy poco tiempo: para ir de la vivienda al trabajo, a hacer la compra, y poco más.

En París y en muchas otras ciudades del mundo, han tomado nota de esta situación, y lanzado sistemas de coches eléctricos compartidos. Funcionan exactamente igual que el sistema de bicicletas que tanto éxito ha tenido en todas las ciudades donde lo han puesto en marcha. A diferencia de los coches habituales de los particulares, estos vehículos se usan muchísimas horas al día, y como son eléctricos, no contaminan. El modelo de abono hace que el sistema sea incluso más barato que un taxi. Y no olvidemos las empresas de alquiler de motos eléctricas.

Una idea loca para aprovechar mejor las viviendas

Y ahora volviendo al tema de la vivienda. El caso quizás más claro de viviendas infrautilizadas son las que se construyeron en las costas españolas. Dejemos el espinoso tema de la especulación y los excesos de la búrbuja inmobiliaria. Lo importante es que estas viviendas están vacías 10 meses al año. ¿De verdad merece la pena utilizar tantos recursos para ello? Propongo una idea, con todas las limitaciones que tiene: ¿Por qué no establecer un sistema de viviendas temporales? Una empresa se podría dedicar a comprar terrenos en dos zonas con temporadas de visitas opuestas (playa y nieve) e ir trasladando cada 6 meses los módulos de un lugar a otro. Por supuesto, esto solo tendría sentido si el método de transporte fuese mayoritariamente un medio ecológico (por ejemplo el tren).

6- Usar recursos imaginativos para generar energía

En los últimos tiempos, la creatividad humana ha encontrado métodos muy inovadores para solucionar parte del problema energético. En Suecia por ejemplo, han ideado un concepto revolucionario: van a usar el calor corporal de las 250.000 personas que pasan a diario por la estación central de Estocolmo para calentar un edificio de próxima construcción cercano. La técnica, que necesita de poca inversión, permitirá reducir el gasto de calefacción del nuevo edificio un 20%. Estamos hablando de una ciudad grande, pero no tanto (2 millones de habitantes). Madrid, París o Londres tienen seguramente estaciones mucho más abarrotadas y el concepto se podría fácilmente aplicar. ¿No te parece una excelente forma de combatir el despilfarro y la obsolescencia programada?

Otra idea, que también aprovecha la energía perdida que generan las masas es el concepto de la empresa francesa Agora Energy, que está desarollando un suelo que transforma la energía de las pisadas de los peatones en electricidad. Esta tecnología podrá utilizarse en estaciones, centros comerciales, discotecas, y en general cualquier sitio con mucha afluencia. La historia no cuenta si se les ocurrió la idea a los ingenieros viendo el videoclip de Billie Jean.

¿Se imaginan los bares y discotecas de España con una combinación de las dos técnicas (recuperación del calor corporal y de la energía de las pisadas)? ¿Quién iba a creer que la marcha podía ser una energía renovable?

7- Aprovechar las cantidades sobrantes en los procesos de producción

En el sector de la construcción, el hormigón es un producto muy importante, pero tiene un problema: solo puede servir unas horas. Unos profesionales franceses del sector, observando que hasta el 8% del hormigón producido se perdía porque sobraba, decidieron remediarlo creando una nueva empresa, Kyyple. Es una plataforma que permite a los usuarios (particulares y pequeñas empresas) indicar sus necesidades de hormigón. Cuando una obra tiene de sobra, lo manda a uno de los inscritos. Todo tiene que ser muy rápido, por la corta vida útil del producto, pero permite a los compradores beneficiarse de una materia prima a muy buen precio, ya que la empresa que lo vende ya lo tenía pagado y no contaba con este ingreso extra.

Seguramente, esta idea, que ayuda a aprovechar mejor los recursos, podría aplicarse a otros sectores con problemáticas similares. De nuevo, es un buen ejemplo para luchar contra los efectos de la obsolescencia planificada.

8- Cuando nuestros padres eran jóvenes quizás no todo fuera tan malo

¿Se imaginan volver a los pañales lavables de varios usos? En muchos países se han creado nuevas empresas que comercializan esos pañales. Por supuesto, son mucho más cómodos y prácticos que los que nuestros padres o abuelos conocieron, y ayudan a preservar el medio ambiente. Con el éxito de estos productos, están apareciendo incluso empresas, que al igual que las empresas de limpieza con las sábanas y toallas de los hoteles, recogen los pañales usados en guarderías y les cambian por unos limpios, usando métodos de transporte ecológicos.

9 – (o 3 bis) : Reciclar

Reciclar es un aspecto en el cual hay tantas cosas por hacer que las ideas de negocio son prácticamente infinitas. Por ejemplo, de nuevo en Francia, una nueva empresa llamada Versoo arrancó con un dato en mano. En el país galo cada año se tiran 4.000 millones de vasos de plástico para café y agua, y tan solo un 1% se reciclan. Han creado una máquina de recogida, similar a la que ya existe para las latas de refresco. Los vasos recogidos sirven después de materia prima para el peso de las lavadoras o hacer carteles de tráfico.

Antes de lanzar tu idea, ponla a prueba con un buen plan de negocio

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