Consejos para mantener la motivación cuando trabajas o emprendes desde casa

Muchos emprendedores eligen empezar un negocio desde casa. Tiene muchas ventajas, como por ejemplo no tener que pagar el alquiler de un local, pero también es un reto, porque al no tener jefe y depender todo de ti, cabe la posibilidad de que no rindas tanto como deberías. Es una temática que conozco muy bien, porque llevo varios años trabajando desde casa. Aquí unos consejos para mantener la motivación.

Fíjate unos horarios de trabajo

Cuando emprendes desde casa, puedes elegir trabajar a las horas que quieras. Si no te gusta madrugar, puedes empezar tarde y acabar tarde. Pero necesitas una rutina de trabajo. Fíjate un horario, y procura que sea similar al de un trabajador a tiempo completo (8 horas al día). Si no pones unas reglas sobre las horas en las que deberías estar trabajando, entonces corres el riesgo de trabajar muy poquito.

Eso sí, algunos estudios, y mi propia experiencia personal (muy subjetiva), muestran que si empiezas temprano, eres más productivo. Así que mejor empezar a las 9 que a las 11. Además, que trabajes en casa no significa que el resto del mundo se vaya a adaptar a tus horarios. Si empiezas muy tarde, entonces tendrás que acabar tarde y eso supondrá un problema para socializar.

Haz primero lo que no te gusta

Esta recomendación puede valer también para cualquier trabajador, tenga jefe o no, y este en una oficina o en casa. Pero en el caso de un emprendedor que solo depende de sí mismo, el riesgo de procrastinar es mucho mayor que cuando se trata de un empleado, cuyo jefe rápidamente le llamaría la atención. En tu trabajo seguro que hay cosas que disfrutas haciendo y otras mucho menos. Si empiezas por las cosas que no te motivan, te aseguras de hacerlas, y después ya puedes disfrutar con lo que te mola.

Evita las distracciones

El teléfono, las redes sociales o Internet pueden desviar tu atención, intenta tener cuidado. Porque no es solo el tiempo que pierdes navegando o respondiendo a mensajes privados, también es el tiempo que pierdes en volver a concentrarte en la tarea que estabas haciendo, especialmente cuando es un trabajo complejo que requiere toda tu atención y tu reflexión.

En mi caso, uso Facebook y Twitter para compartir artículos como este que estás leyendo. Y más de una vez al entrar en esas redes sociales mi atención ha sido captada por un hashtag o una publicación de algún amigo, y he podido perder tiempo. Ya cuando estás acostumbrado y sabes el riesgo de distracción, no caes tan fácilmente, pero siempre existe esa tentación.

Sal de casa

Si trabajas en casa, uno de los riesgos más graves que corres es el aislamiento social. Aunque vivas con tu familia, no es suficiente, tienes que ver a más gente. Puedes tener alguna actividad, como ir al gimnasio (aunque no necesariamente se socializa mucho allí), tomar clases de algo, o simplemente quedar con amigos por la noche.

También puedes ir a trabajar de vez en cuando en espacios de coworking, y relacionarte con otros emprendedores. No tienes por qué renunciar a trabajar desde casa, pero salir de vez en cuando es algo positivo.

Prioriza

Al igual que preferimos algunas tareas a otras, cuando emprendes desde casa también puedes efectuar algunas tareas de forma automática sin darte cuenta si son realmente productivas. De vez en cuando, tienes que analizar lo que haces y los resultados que obtienes, y entonces elegir qué tareas deberías priorizar. Tu objetivo es vender y tener un negocio rentable, así que ve probando nuevas estrategias y haz en prioridad las tareas que han demostrado su eficacia.

Fórmate

Un profesional tiene que seguir creciendo y aprendiendo. Cuando trabajas desde casa, es fácil que el día a día del trabajo te haga olvidar ese objetivo. Aprender nuevas cosas es algo muy motivante, porque te ayuda a hacer nuevas cosas y progresar, saliendo de la rutina. Además de leer libros o blogs, puedes apuntarte a formaciones. Hay muchos cursos gratuitos a  los cuales los autónomos pueden acceder, pero por desconocimiento no lo hacen.

Fíjate objetivos

Para mantener la motivación, nada mejor que ver que consigues resultados. Pero para saber si has logrado algo, tendrás primero que haber marcado un objetivo.

  • Puedes ponerte un objetivo de medios, por ejemplo decir que tienes que llamar a tantos clientes esta semana, o escribir tantos artículos, o preparar tantos productos.
  • Mejor aún es ponerse un objetivo de resultados. Eso sí, no va a depender al 100% de ti, pero todo parte de tu trabajo, así que la causalidad es clara. Me refiero a establecer que tienes que conseguir tanta facturación este mes, por ejemplo.

Intenta separar los espacios

De acuerdo, trabajas desde casa, pero suele ser mejor diferenciar espacios, para no mezclarlo todo, y mantener una buena organización de trabajo. Por eso, suele ser buena idea ubicar tu oficina en una parte concreta de la casa. También es recomendable vestirte para trabajar, y no hacerlo en pijama. Así te obligas a una disciplina y marcas la diferencia entre el trabajo y la relajación de estar en casa.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *