El otro día, hablando con mi amigo José, hizo una afirmación que me pareció muy interesante. En sustancia dijo que cuando empezó Internet, se comentó que ese medio iba a eliminar intermediarios, y que cada uno podría vender sus productos y servicios directamente a cualquier persona. En realidad, lo que se ha creado son monopolios que actúan como intermediarios entre las personas, y cobran por ello. Vamos a ver algunos casos para ver qué tan cierta es esa reflexión.
Airbnb
La web ofrece un servicio sencillo: los propietarios de alojamientos pueden poner en alquiler habitaciones, pisos o casas en su página. Los viajeros reservan por la plataforma y pagan una comisión a Airbnb. Es claramente un intermediario, y tiene tendencia a convertirse en un monopolio por la misma razón que otros servicios: al usuario le gusta más tener que mirar en una sola plataforma, y al anfitrión le gusta más gestionar las reservas de forma centralizada. El líder del sector suele convertirse en casi monopolio de hecho.
Blablacar
Su funcionamiento es muy similar al de Airbnb, salvo que funciona para las reservas de asientos en trayectos en coche. También es un intermediario y tiende a convertirse en monopolio.
Cabify
No hablo de Uber, por hablar de una empresa de capital español. Si entendí bien mi conversación con un conductor el otro día, lo que hace Cabify es autorizar a empresas de servicios de chofer privado. Esas empresas a su vez contratan a autónomos o empleados como conductores. Es decir que allí hay dos niveles de intermediarios, y Cabify es claramente uno de ellos.
Facebook
La red social vive de la publicidad. Hace tiempo que comenté en el blog que incluso cuando has conseguido muchos seguidores para tu página de Facebook, los datos de esas personas no te pertenecen realmente y no puedes contactar con ellas como te plazca. El algoritmo de la empresa hace que tus publicaciones solo se muestren a un número reducido de personas. Si quieres llegar a más gente, tienes que pagar publicidad. Es decir, Facebook es otro intermediario entre tú y tus clientes.
El buscador también es un intermediario entre tu empresa y tus clientes potenciales. ¿Quieres que te encuentren? O bien creas contenido muy bueno y que cumpla con los criterios de Google para que te lo rankeen alto, o bien pagas el servicio de publicidad para que los usuarios del motor de búsqueda vean tus anuncios.
Amazon
El gigante del comercio electrónico tiene un funcionamiento dual. Por un lado es una tienda online al uso, que vende sus productos. Pero también es un marketplace donde miles por no decir millones de empresas venden sus productos, a cambio de pagar una comisión a Amazon.
¿Se debería regular?
La pregunta es que frente a tantos monopolios de hecho, quizás los poderes públicos deberían asegurar que hubiese más competencia. Por ejemplo, en el caso de Facebook, quizás se podría obligar a la empresa a ser compatible con usuarios externos, que tuviesen un perfil fuera de Facebook y se pudiesen conectar vía esa plataforma. O también obligar a Facebook a dejar que se pudiera contactar con todos los seguidores de tu página, sin tener que pagar anuncios.
Pongo esos ejemplos como ideas, no es necesariamente la respuesta pero ayuda a entender el problema y el abuso de posición monopolista que tienen algunas compañías. Con Google pasa lo mismo. Puedes estar muy bien posicionado, y si un día el algoritmo cambia pierdes todo tu potencial comercial en un instante. ¿Es eso justo?
Por otra parte, hay que reconocer que esas empresas dan mucha visibilidad. Sin Facebook o Google, ¿quién conocería tu tienda online cuando empiezas?
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