¿De verdad hace falta cambiar la ley electoral en España?

Por una vez, salgo de la temática del blog para intentar analizar de forma objetiva uno de los temas recurrentes de la política española: la reforma electoral. ¿De verdad es tan injusto el sistema español? ¿Qué pasa fuera de nuestras fronteras? Voy a estudiar los casos de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Estados Unidos, para compararlos con España. Pero ya adelanto una cosa: el sistema español es uno de los menos injustos.

¿Representatividad o gobernabilidad?

El problema de base de cualquier elección de sistema electoral es procurar tener un sistema representativo, es decir que los votos de las personas se trasladen en escaños en el parlamento de forma bastante proporcional, pero al mismo tiempo hay que asegurar que se pueda gobernar. Porque si hay muchos partidos y el voto está muy fragmentado, un sistema representativo haría muy complicado gobernar el país.

De hecho, cuanto más proporcional sea el sistema, menos probable es tener una mayoría absoluta, y entonces puede haber un problema para tener un gobierno. No hace falta irse muy lejos. En España, las elecciones de 2015 se tuvieron que repetir porque no se consiguió una investidura. En Alemania, el acuerdo de gobierno fruto de las elecciones de 2017 ha tardado meses. En Italia, antes de la reforma electoral, los gobiernos caían mucho antes de terminar los mandatos, igual que durante la Cuarta República francesa.

Si el sistema es proporcional, entonces hace falta que haya un bipartidismo fuerte para asegurar la gobernabilidad. Es lo que ocurrió en España durante décadas, pero cambió en 2015.

Casi siempre hay que elegir. O un sistema más justo, o un sistema más estable. Cualquier elección tiene sus pros y contras, pero normalmente no se puede tener ambas cosas.

Diferencia entre porcentaje de votos y porcentaje de escaños en las últimas elecciones generales en algunos países. Fuente: Wikipedia.

Los países donde la ley electoral es más injusta

  • Francia. Mi país tiene un sistema de circunscripciones unipersonales, y se vota en dos rondas. Este sistema favorece a los grandes partidos, y a las opciones más moderadas. El resultado, es que con un 32,3% de los votos en la primera vuelta, la coalición de Macron controla el 60,7% de la Asamblea Nacional. Por el otro lado, el Frente Nacional (extrema derecha) y Francia Insumisa (extrema izquierda), aun sumando entre los dos el 24,2% de los votos de la primera vuelta, tan solo tienen un 4,4% de los diputados, 6 veces menos de lo que les correspondería.
  • Italia. Hasta el 2006 Italia tenía un sistema proporcional, pero también mucha inestabilidad política. La solución fue introducir un premio a la coalición ganadora, que se asegura al menos 340 de los 630 escaños. El resultado es muy injusto también, ya que en las pasadas elecciones, la coalición de centro izquierda ganó con solo un 0,3% de diferencia sobre la de centro derecha (29,5% contra 29,2% respectivamente), y sin embargo se llevó un 54,8% de los escaños, por un 20,3% para la segunda lista más votada.

Me parece que pese a todo, el sistema Italiano es menos justo que el francés. Porque en Francia, con el sistema de doble vuelta, la gente tiene la palabra, y en la segunda votación puede elegir el mal menor si no le gusta ningún candidato. En Italia, dar el 50% automáticamente a la lista que llegue primera deja sin voz a mucha gente.

Representatividad con algo de ventaja para los ganadores

El caso más habitual, sin embargo, es que haya una pequeña ventaja para los partidos más votados, y al contrario unas desventajas para los que llegan detrás. Los partidos locales suelen también tener una ventaja por ser mayoritarios en zonas concretas.

  • En Reino Unido, el Partido Conservador tiene un 48,9% del parlamento con un 42,4% de los votos. Los laboristas tienen el 40,3% de los escaños con un 40% de los votos. El gran perjudicado es el Patido Liberal Demócrata, que con un 7,4% de los votos solo tiene un 1,9% de los escaños, mientras los partidos locales (nacionalistas o unionistas) tienen un 8,6% de los escaños con solo un 5,2% de los votos.
  • En España, la situación es muy parecida. El Partido Popular tiene un 39,1% de los escaños con un 33% de los votos, los socialistas un 24,3% de los escaños con un 22,6% de los votos. Unidos Podemos se ve un poco perjudicado, con un 19,9% de escaños por un 21,2% de votos, mientras Ciudadanos tiene un 30% menos de representación parlamentaria que de votos (9,1% por 13,02%). Los partidos más locales (nacionalistas) obtienen una representación más pareja con sus votos (7,2% de escaños con el 6,9% de los votos).
  • En Estados Unidos, campeones del bipartidismo, los republicanos tienen un 56,8% del parlamento con un 51,2% del voto popular, mientras los demócratas consiguen un 43,2% de los escaños con el 45,5% de los votos.

Alemania, el país donde los más votados son los más perjudicados

Llama la atención que en Alemania, los tres partidos que tradicionalmente han gobernado el país, la Unión Demócrata Cristiana, el Partido Socialdemócrata Alemán y la Unión Socialcristiana de Bavaria reciben menos escaños que su porcentaje de votos (28,2% de escaños por un 30,2% para la CDU, 21,6% por un 24,6% para el SPD y 6,5% por un 7% para la CSU). La CDU y el SPD han sido los más votados, pero reciben menos escaños que otras formaciones como Alternativa para Alemania o el Partido Democrático Libre. Un hecho que sin duda se debe a la mezcla entre sistema proporcional y sistema de listas.

¿Cambiar el sistema en España?

Los partidos perjudicados por el sistema actual, es decir aquellos que reciben menos escaños en proporción que los votos recibidos, suelen lógicamente abogar por un cambio, mientras los otros están satisfechos con el orden de las cosas. El caso quizás más claro en los últimos tiempos ha sido con Podemos. En un inicio, pedían un cambio, cuando recibieron muchos votos y el sistema no les perjudicaba tanto, dejaron de insistir sobre el tema. Y ahora, probablemente por culpa de encuestas desfavorables, están apoyando más a Ciudadanos para cambiar la ley.

Lo digo desde la neutralidad política. Me parece totalmente lógico que Podemos y Ciudadanos pidan ese cambio. Sin embargo, no tengo la menor duda de que dejarán de hablar del tema si consiguen los votos suficientes para dejar de estar perjudicados. Y entonces, si el PP o el PSOE obtienen proporcionalmente menos escaños que votos, a su vez se pondrían a hablar de reforma electoral. Cada partido defiende lo suyo, es muy entendible.

Pero, en mi opinión, España tiene un sistema ya muy representativo, y bastante más justo que muchos otros países. Un sistema más proporcional solo haría que el sistema fuese más inestable. Los nuevos partidos han demostrado que se puede cambiar la mentalidad de los electores. Si quieren conseguir una mayoría y gobernar, tienen que seguir convenciendo. Al fin y al cabo, las normas del juego son las mismas para todos. Hasta ahora han beneficiado al PP y al PSOE, pero un cambio de mayoría es muy posible.

En Francia, Macron consiguió llegar a la presidencia y tener una mayoría en el parlamento con un partido recién creado. Consiguió el 24% de los votos en la primera ronda de las presidenciales, y luego su partido alcanzó el 32% de votos en la primera ronda de las legislativas. Se trata de lanzar una dinámica ganadora. En España eso es posible sin cambiar la ley electoral.

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1 pensamiento en “¿De verdad hace falta cambiar la ley electoral en España?

  1. El problema es que en esta ley electoral los nacionalismos perifericos estan muy sobrerepresentados y con ello tienen suficiente fuerza como para tumbar o poner un gobierno en 24 horas lo que no me parece justo.
    Lo normal es que el partido que gobierne pacte con un partido de ambito nacional.
    En definitiva, mas peso para Cs y podemos menos para los nacionalistas e independentistas.

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