Quizás lo puedas hacer todo, pero no puedes hacerlo todo y hacerlo bien

A los emprendedores les gusta optimizar recursos, y por eso procuran hacer todo lo que puedan por su cuenta. Es algo que se entiende perfectamente dado que suelen disponer de un presupuesto limitado, e intentan sacarle el mayor provecho posible. Pero querer hacerlo todo acaba siendo contraproducente. Mejor centrarse en las partes estratégicas del negocio y confiar en expertos para gestionar temas técnicos importantes, además de subcontratar tareas que consumen mucho tiempo.

Ten a un gestor a tu lado

Las leyes relativas a la fiscalidad van evolucionando y se van complicando año tras año. Para asegurar que tu contabilidad y tus declaraciones están ajustadas a las normativas, deberías buscar ayuda. Hay cientos de asesorías en Barcelona, Madrid, Valencia y en todas las ciudades grandes y pequeñas, es muy fácil que encuentres la que te conviene.

Trabajar con un asesor, es tener todas las ventajas de poder acudir a un experto en asesoramiento legal y gestoría laboral, contable y fiscal, que siempre está al día y te atiende cada vez que lo necesites. Como dijimos antes, hay muchas empresas que se dedican a ello, pero yo te voy a citar la asesoria GD Asesoria​ (valga la redundancia), una empresa con representación internacional y una tecnología propia completamente integrada.

Créeme, yo entiendo perfectamente que quieras hacer tus declaraciones por tu cuenta, pero sinceramente, es mejor que te centres en tu negocio en lugar de temas para los cuales quizás no dispongas de toda la formación requerida o de la información actualizada. Un error en una declaración de impuestos puede tener consecuencias negativas importantes para tu negocio, así que es mejor dejarlo en manos de profesionales.

Si vendes a crédito, necesitas ayuda

En mi carrera profesional, he pasado por diversas funciones financieras en grandes multinacionales. En una de ellas, estuve a cargo de un equipo de analistas de crédito a clientes. La empresa otorgaba plazos de pago a sus clientes y el importe de las transacciones era de cientos de miles de euros (a veces millones), por lo que la exposición al crédito cliente era parecida a la que tendría un pequeño banco. Para evitar los impagados, analizábamos la información financiera de cada cliente, con visitas a sus instalaciones si fuera necesario.

Eso lo hacíamos en interno porque se trataba de una empresa gigantesca. Un pequeño negocio no dispone de los medios para hacer este tipo de estudios. Sin embargo, si trabajas a crédito, necesitas asegurarte de que no estás prestando a malos pagadores o a empresas que no pueden asumir una deuda grande. La solución es recurrir a empresas especializadas. Las hay que te aseguran las ventas, y otras simplemente te dan recomendaciones de crédito, a cambio de comprar unos informes de solvencia.

Subcontratar la limpieza de tu negocio

Otra forma de querer hacerlo todo es cuando el emprendedor se dedica también a hacer tareas como la limpieza. Y no niego que es una tarea fundamental para la higiene y la imagen de la empresa. Pero tiene poco valor añadido, y el tiempo que dediques a hacerlo no lo tienes para desarrollar el negocio y atender a clientes. El mejor ejemplo, sin duda, es cuando la gente se monta un negocio basado en el alquiler vacacional. Es mucho más interesante contratar a personas para tareas como entrega de llaves o limpieza y dedicarse a gestionar más viviendas que hacerlo todo en una sola vivienda para ahorrarse unos pocos gastos.

Podría seguir con más ejemplos, pero creo que ha quedado claro: céntrate en las actividades estratégicas de tu negocio, y déjalo lo demás a profesionales y empresas subcontratadas.

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