Aprende cuales son las falacias lógicas más habituales para ganar todos los debates

Las conversaciones sobre algunas temáticas muy divisivas suelen derivar en discusiones que más de una vez contienen argumentos falaces. Pero sería un error pensar que las falacias se usan únicamente para hablar de política o religión. En cualquier debate, un interlocutor puede usar argumentos ilógicos pero convincentes, queriendo o inconscientemente. Conocer las principales falacias es la mejor forma de desarmar esos falsos argumentos, y convencer a la otra persona.

Te voy a proponer algunas de esas falacias, algunas recogidas en la Wikipedia, otras en una página dedicada a esta temática.

¿Qué es una falacia lógica?

Es simplemente un argumento que parece válido, pero no lo es. Como tiene la apariencia de la lógica, puede llegar a convencer a la gente, pero en realidad, no se sostiene. Eso no significa que la afirmación de la persona sea falsa, pero el razonamiento es incorrecto. Conocer esas falacias te permite mejorar tus argumentos y desmontar los de tus adversarios.

La falacia del efecto dominó

Consiste en afirmar que si se hace algo, entonces se desencadenará un efecto dominó con consecuencias dramáticas.

Es una falacia que se usa mucho en las organizaciones, cuando las personas están reacias al cambio. Anticipan, sin prueba para poder demostrarlo, que el cambio provocará una serie de problemas, olvidando cualquier resultado positivo.

Ejemplo: El empresario decide subir el precio de sus productos. Sus vendedores, que saben que les va a costar más esfuerzo vender, argumentan que si se suben los precios los clientes van a huir a la competencia y la empresa tendrá que echar el cierre.

Es importante notar que la falacia no reside en que puedan suceder cosas malas, porque en ocasiones podría pasar, sino en afirmar que van a sucedersin tener pruebas válidas para ello.

La falacia del espantapájaros

Consiste en distorsionar el argumento de la otra persona para que sea más fácil atacarlo.

Ejemplo: El director financiero propone que se ponga un límite de consumo individual a los móviles de los empleados, porque el gasto en teléfono está muy por encima de un uso normal. El director comercial responde que le parece muy grave que se les quite una herramienta de trabajo tan importante a los vendedores.

Apelar a las emociones (argumento ad misericordiam)

Consiste en apelar a la emoción del interlocutor en lugar de usar un argumento válido.

Ejemplo: Un empleado ha tenido malos resultados en su trabajo este año, su jefe le indica que al no haber cumplido sus objetivos, no recibirá los incentivos asociados. El empleado argumenta que ha sido un año muy duro al nivel personal para él, con la muerte de un familiar y una separación.

Esa situación es mucho más común de lo que pensamos. Los seres humanos, salvo algunos sociópatas, somos emocionales y nos cuesta separar la lógica de los sentimientos. En el ejemplo anterior, está claro que el empleado no debería recibir nada, porque no ha cumplido sus objetivos, pero no sería raro que algún jefe le pagase el incentivo. De la dificultad de aplicar la teoría en gestión de recursos humanos hablamos hace tiempo en otro post.

Argumento anecdótico

Consiste en usar la experiencia personal o un ejemplo aislado en lugar de argumentos sólidos. Es una falacia también muy extendida en la vida cotidiana.

Ejemplo: El empresario dice que la empresa debería tener una página web, para tener visibilidad y captar clientes online. Un empleado responde que eso es tirar el dinero, que en la empresa de su cuñado se gastaron dos mil euros en un sitio web y no ha conseguido ningún cliente nuevo.

Blanco o negro

Consiste a distorsionar la realidad ofreciendo solo dos alternativas opuestas.

Ejemplo: El empresario anunció que los trabajadores tendrían que hacer horas extras gratis sino la empresa quebraría y todos perderían sus trabajos.

Apelar a la autoridad (argumento ad verecundiam)

Consiste en asumir que algo es cierto solo porque una autoridad lo afirma.

Ejemplo: Vamos a montar una sociedad limitada porque lo dijo el abogado.

Cuidado en este caso, puede ser que la conclusión sea correcta (que montar una sociedad limitada sea la mejor solución), de hecho puede suceder que la conclusión sea correcta en muchas falacias, pero ese no es el problema, sino el razonamiento lógico. La sociedad limitada no es la mejor opción porque lo haya dicho el abogado, sino porque en el caso de esa empresa, se pagarán menos impuestos siendo una SL que en el régimen de autónomos.

Populista (argumento ad populum)

Consiste en afirmar que algo es cierto porque supuestamente la mayoría piensa que es cierto.

Ejemplo: Hemos hecho un sondeo en la empresa, y el 80% de los empleados piensan que si trabajasen 5 horas al día en lugar de 8 cobrando lo mismo, compensarían la reducción de hora con una mayor productividad. Por lo tanto deberíamos reducir el horario laboral.

Ad hominem

Consiste en desacreditar al interlocutor en lugar de rebatir sus argumentos.

Ejemplo: Un empleado propone un plan de acción. Otro empleado le dice que no le extraña nada que proponga semejantes tonterías, puesto que en la cena de Navidad se emborrachó delante de todos.

Ad novitatem / Ad antiquitatem

Consisten en considerar un argumento como verdadero porque es nuevo o porque es antiguo. Son dos falacias opuestas pero muy similares.

Ejemplo: Un empleado propone un cambio en los procedimientos de la empresa. Un empleado se opone argumentando que siempre se ha hecho así y no les ha ido mal. Otro empleado defiende la propuesta inicial argumentando que ya es tiempo que la empresa se modernice.

En ambos casos, solamente apelan a la tradición o a la novedad para decir que una cosa es buena o mala. Pero un argumento no es válido por antiguo o nuevo, sino por las justificaciones y las pruebas aportadas.

Falsa causa (argumento Post hoc ergo propter hoc)

Consiste en establecer erróneamente una relación de causa efecto entre dos hechos.

Dos cosas pueden ser correlacionadas por pura casualidad, o porque tienen una causa común, y también, evidentemente, cuando una es causa de la siguiente. Pero afirmar que hay relación de causa efecto sin pruebas es una falacia.

Ejemplo: En nuestra empresa, las ventas bajan mucho en agosto y en diciembre, fechas en las cuales muchas personas se van de vacaciones. Si contratamos a empleados eventuales en agosto y en diciembre, subiremos las ventas un montón durante esos dos meses.

Puede que en algunos casos sea cierto, porque la ausencia de personas esté causando una bajada de ventas, pero en la mayoría de las empresas, lo que ocurre es que la demanda baja mucho en agosto y agosto, precisamente porque una proporción muy grande de trabajadores están de vacaciones y muchas empresas cierran o funcionan a medio gas.

Carga de la prueba (argumento ad ignorantiam)

Consiste en afirmar que algo es cierto porque no se puede aportar prueba de lo contrario, en lugar de dar pruebas para sostener el argumento.

De esa forma se invierte la carga de la prueba, incurriendo en una falacia.

Ejemplo: No he escuchado nadie en la empresa quejarse de su sueldo, por lo tanto todos los empleados están satisfechos con sus remuneraciones.

Hay muchas más falacias, pero esas son muy comunes. Como juego, te recomiendo que observes un debate político por televisión y te diviertas destacando las falacias empleadas por las partes.

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