La venganza no sirve para nada

La venganza no sirve para nadaEmprender puede ser una experiencia dura, donde se reciben a veces golpes bajos. Las tensiones pueden llegar a ciertos extremos y a la sensación de haber sido perjudicado. Entonces, como en muchos aspectos de la vida, puede crecer en uno el deseo de venganza. Pero eso no sirve para nada, como muestra una escena de la Princesa Prometida, un clásico de los ochenta.

La venganza de Iñigo Montoya

Por los que no recuerdan la película, os resumiré la parte que encuentro interesante como fábula. Uno de los personajes de la historia es un simpático espadachín llamado Iñigo Montoya, que ha entrenado toda su vida para poder encontrar y matar al hombre que mató a su padre, y le regaló una cicatriz cuando procuró vengarle de niño.

Iñigo Montoya tiene muy claro lo que le dirá al asesino de su padre. “Hello, my name is Iñigo Montoya, you killed my father, prepare to die.” (Hola, mi nombre es Iñigo Montoya, mataste a mi padre, prepárate para morir). Esta frase es probablemente la más famosa de la película, porque Iñigo la repite una y otra vez mientras pelea contra el hombre que mató a su padre, cuando finalmente da con él al final del relato.

Cuando su adversario está vencido, Iñigo le pide que suplique, que le proponga dinero, poder, y todo lo que quiera. Cede su enemigo, ofreciéndole todo lo que quiera a cambio de su vida, pero Iñigo le clava la espada, diciendo: “¡quiero a mi padre de vuelta!”

Sin embargo, una vez vengado, y cuando ha triunfado el bando de los buenos, se le escucha decir a Iñigo una frase muy interesante. “I have been in the revenge business so long. Now that it’s over, I do not know what to do with the rest of my life.” (He estado tanto tiempo en el negocio de la venganza. Ahora que todo ha terminado, no sé qué hacer con el resto de mi vida.)

De hecho, esta última frase es la que más le gusta al Mandy Patinkin, el actor que interpretó a Iñigo Montoya. Para él la venganza no tiene sentido.

Deja los sentimientos fuera de tu negocio

La venganza es uno de los peligros que te pueden alejar de hacer las cosas realmente importantes para ti, y eso es válido tanto para tu vida personal como para los negocios. Hay tantas personas que se toman las cosas de forma personal. Y se equivocan. Claro que durante el curso de los negocios puedes tejer relaciones humanas muy interesantes. Pero no es el propósito. Y a menudo esas relaciones desaparecen cuando desaparece la relación laboral.

No te confundas. No he dicho que tener pasión por tu negocio sea malo, al contrario. Pero una cosa es la pasión por tu trabajo, y otra muy distinta es tomarte las cosas de forma personal, o buscar venganza. Cuando tomas las cosas demasiado a pecho te equivocas, llegas a conclusiones falsas y tomas medidas erróneas.

No lo olvides. De acuerdo, es muy importante, pero al mismo tiempo, solo es un negocio.

Artículos relacionados:

El cuento de la lechera aplicado a los negocios
La rueda pinchada
El pescador y el hombre de negocios

¿Te ha gustado el artículo? Hazte seguidor del blog en Google+, Facebook o Twitter.

También puedes seguir mi perfil personal en Google+.

RSS IconSuscríbete a nuestro RSS o Abónate a nuestro boletín icono email

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio