Esos dos conceptos se usan a menudo como sinónimos pero no lo son. Me ha parecido importante dedicar unas líneas para que entiendas por qué tu idea de negocio no es necesariamente una oportunidad de negocio, y darte unas indicaciones de cómo puedes ir comprobando si vas en la dirección correcta. ¿Te animas?
¿Qué es una idea de negocio?
Cuando hablamos de idea de negocio, normalmente nos referimos a la fase más inicial de la puesta en marcha de un negocio. De hecho, muchas personas que nunca se han planteado en serio la posibilidad de crear una empresa hablan de ideas de negocio. Es una de las conversaciones más típicas en una sesión de cañas entre amigos. ¿Sabes qué funcionaría genial como negocio? Tal cosa. Te lo digo, Juan, que sería un bombazo. Yo ahora mismo con el trabajo y la familia no lo podría hacer, pero seguro que quien lo hiciese se forraría. ¿Te suenan este tipo de afirmaciones?
Porque estamos hablando de una idea, y no ha habido ningún estudio en profundidad de la viabilidad de la misma. No se sabe muy bien el modelo de negocio, ni qué personas lo pondrían en marcha, no se sabe si hay gente dispuesta a pagar por el producto o el servicio. No se ha planteado a qué precio se podría vender, no se conocen los costes, y ni hablemos de calcular un retorno de la inversión o un plazo para llegar al punto muerto.
Tener una idea de negocio no cuesta nada. Es más, puedes tener decenas de ideas en mente, en diversos sectores y con distintos modelos. Por lo general, una de las características de las ideas de negocio es que proceden de una ocurrencia de una persona, basada en su imaginación, su frustración, su experiencia personal o sus necesidades. Insisto sobre este aspecto personal, porque uno de los grandes pasos para convertir una idea en un negocio es precisamente pasar de la percepción individual a las necesidades de un grupo de personas, llamémoslas consumidores.
¿Qué es una oportunidad de negocio?
Al igual que las crías de muchos animales, devoradas sin piedad por depredadores, muchas ideas de negocio mueren rápidamente cuando entran en contacto con la realidad. En cuanto se intenta profundizar un concepto, la mayoría de las veces se encuentra un impedimento importante, y la idea se descarta. Las oportunidades de negocio son las supervivientes de este proceso. Aquellas más adaptadas para sobrevivir en el duro mundo empresarial.
Una oportunidad de negocio se podría definir por tres ejes:
- Un mercado potencial suficiente.
- Una viabilidad técnica y económica demostrable.
- Un equipo promotor capacitado.
Hay ideas de negocio que nacen como oportunidades desde el principio, porque no proceden de la experiencia personal de un individuo, sino de la observación de un problema común a un colectivo. Como hay muchas personas que tienen este problema, hay potencialmente un mercado para una solución. Si esa es factible y económica, entonces nace una oportunidad de negocio.
Diferencia entre idea de negocio y oportunidad de negocio
De todo lo que he comentado antes, podemos apreciar que una oportunidad de negocio es solamente una idea de negocio más avanzada. Una idea que tiene mercado, viabilidad y un equipo competente.
El equipo es algo fundamental, pero la verdad es que una oportunidad de negocio puede tener valor incluso sin un equipo definido, sin embargo no pasa lo mismo para una idea de negocio. Sabiendo que existe un mercado, y que la solución aportada es rentable y viable, quien quiera invertir en esta oportunidad podría elegir un equipo capacitado.
¿Cómo saber si tu idea de negocio es buena?
Si piensas que tu idea es buena, que es una oportunidad de negocio, tengo una herramienta muy sencilla para que lo puedas comprobar. Se trata de un ebook con las pautas para analizar paso a paso tu idea de negocio, y determinar rápidamente si te merece la pena involucrar más tiempo en desarrollarla, o si al contrario deberías centrar tus esfuerzos en otra cosa.
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