Gastarse dinero en promociones para conseguir publicidad negativa

Como cliente, más de una vez me he encontrado en situaciones absurdas, desde el punto de vista empresarial, en las cuales las empresas hacen promociones para captar nuevos clientes, pero luego no saben gestionar a esos nuevos compradores, y acaban generando una mala fama, que encima les habrá costado dinero en promoción. Voy a darte tres ejemplos y un consejo de sentido común: se coherente.

Cuando la ruta de la tapa le hace mala publicidad a un bar

¿Conoces las rutas de tapeo? Suelen ser iniciativas comerciales que ponen en marcha marcas de cerveza para promocionarse. Se asocian con bares y restaurantes que proponen una pequeña creación que puedes degustar, por unos pocos euros, junto con la cerveza. Es algo bastante interesante para los gastrónomos, porque te permite probar diferentes sabores, a la vez que vas descubriendo nuevos sitios.

Hace un par de año, tuve una de mis peores experiencias como comensal, precisamente durante una ruta de la tapa. Llegué con un amigo en el establecimiento, preguntamos por la tapa, y nos atendieron con mala cara, enseñándonos una mesa con desgana. Después, tuvimos que insistir bastante para que nos sirvieran, y siguieron tratándonos como si no les interesará que estuviéramos allí. La experiencia fue desastrosa.

Cuando te registras en un banco online y todo se hace complicado

Hace poco, me invitó un amigo a través de uno de esos programas de traer a un amigo, a un banco online que ofrecía algo de dinero para abrir una cuenta con ellos y dejar un saldo mínimo. Me pareció interesante probar, ya que en general me gustan las entidades digitales, y accedí. El primer problema fue que el registro se demoró varios días. Por algunos motivos unos días podía acceder a la web, otros me decía que mi cuenta estaba pendiente de validación, un tercero me pedían más información. Me pareció todo lo contrario de lo que se espera de un banco online: engorroso, lento y complicado.

Para colmo, cuando ya pasó el tiempo y hacía tiempo que debería haber recibido el dinero de la promoción, tuve que llamar varias veces al servicio de atención al cliente, volver a proporcionar los datos de mi amigo y el código de invitación, y a día de hoy todavía estoy a la espera de la resolución.

Me registré por curiosidad, y la verdad es que no tengo muchas ganas de seguir con este banco, porque me parece que la atención al cliente y la comodidad han dejado mucho que desear.

El mal uso de Grupon por parte de los negocios

Grupon se ha convertido en una herramienta muy habitual para negocios, especialmente restaurantes y servicios, para darse a conocer. A parte de un fallo de diseño, que es que los clientes de Grupon buscan oferta, no son necesariamente el segmento objetivo de la empresa, existe otro problema: la mala atención.

¿Qué suele ocurrir? Que cuando llega un cliente de Grupon, el negocio es consciente de que con este cliente no va a ganar mucho, o incluso va a perder dinero. La consecuencia es una tendencia a querer despachar a este cliente molesto.

Pero, eso, evidentemente, es un error tremendo. No importa que este cliente sea uno que vaya solo de oferta en oferta. Si has hecho una campaña, tienes que apechugar aunque no te guste o te parezca una pérdida de dinero. Porque si encima tratas mal a los compradores, vas a recibir mala prensa. Habrás pagado para tener publicidad negativa.

Conclusión: se coherente

Cuando optas por cualquier estrategia de promoción, trata siempre a tus clientes con el mejor cuidado, haciendo de su experiencia de compra un éxito, y maximizando su satisfacción. De esa forma, podrás conseguir buena prensa. O al menos no mala prensa. Retomando el ejemplo de la ruta de la tapa, hay varios sitios que he descubierto con este medio que luego he recomendado a personas y he repetido, esta vez como un cliente normal.

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