Hay muchas definiciones para describir a un emprendedor, pero a medida que va pasando el tiempo, me doy cuenta que quizás los dos aspectos fundamentales de una personalidad emprendedora sean la pasión y la voluntad de solucionar un problema. Una es el motor, la otra es la meta.
Emprender no es solo montar una empresa
Te habrás dado cuenta que esta definición es a la vez amplia y restrictiva. Por supuesto no se limita al mundo empresarial. Muchas personas de otros ámbitos son emprendedoras. Si alguna vez has conocido a algún voluntario de ONG dispuesto a irse al otro lado del mundo (o de la ciudad) para ayudar a poblaciones en situaciones mucho más complicadas que las nuestras, habrás notado esa pasión por querer reducir esa diferencia, percibida como una gran injusticia. Esas personas sin duda son emprendedoras.
Pero también habrás conocido empresarios que no sienten ningún interés por su actividad (ni hablemos de pasión), y que solamente se preocupan por resolver un problema: ganar más. Esos difícilmente entrarían en esa definición.
El motor de la pasión
Más de una vez te comenté en el blog que cuando elijas tu idea de negocio, es fundamental que te apasione lo que vayas a hacer. Porque montar una empresa es una carrera de obstáculos de larga duración. Para tener éxito hace falta mucha paciencia y persistencia. La pasión es ese factor diferencial que te ayudará a seguir cuando flaquees, y a acelerar cuando lo necesites. La pasión está íntimamente relacionada con la motivación.
Resolver problemas es aportar valor
Una buena idea de negocio es aquella que puede aportar valor a tus clientes. ¿Cómo se aporta valor? Solucionando un problema. En otros términos, haciéndoles la vida un poco más fácil, sea aportando más servicio, simplificando procesos, reduciendo precios, haciendo que las personas se sientan más realizadas, etc.
Si no resuelves un problema lo que hagas carecerá de sentido. En términos empresariales, implicará que nadie estará dispuesto a comprar lo que vendes. Si eres una ONG, significará que tus acciones son inútiles.
Hazte la pregunta
Si estás pensando en montar un negocio, cuando hayas encontrado una idea que te guste, me gustaría que añadieras un par de preguntas a todas las que ya tenías previsto.
- ¿Me apasiona este proyecto?
- ¿Qué problema resuelve?
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todo para nosotros los emprendedores de corazón que no nos conformamos con poco ni nos rendimos ante los más grandes obstáculos. Muy bueno este artículo