El comercio electrónico español puede cuadruplicarse

Estaba leyendo con atención el informe que ha publicado Ecommerce Europe hace poco sobre la situación del comercio electrónico en el continente, y aunque España tiene un mercado ya notable (y más importante que el de Italia, por poner un ejemplo), todavía tiene un potencial de crecimiento importante, sobre todo si nos comparamos con el Reino Unido.

Algunos datos sobre el comercio electrónico

En el mundo aproximadamente un 37% de las personas tienen acceso regularmente a Internet, y de esos, un poco menos de la mitad compran online. Esos 1.181 millones de compradores representan ya el 16% de la población mundial y se gastaron unos 1.174 mil millones de euros en compras en la red en 2013.

El principal mercado mundial es la Unión Europea (con una facturación electrónica de 318 mil millones de euros en 2013) seguida de Estados Unidos (315 mil millones de euros), China (247 mil millones) y Japón (81 mil millones).

En Europa, 2 millones de trabajos dependen directamente o indirectamente del comercio electrónico, mientras hay aproximadamente unos 645.000 negocios online y se mandan 3.700 millones de paquetes al año. El e-commerce representa un 2,2% del PIB Europeo y se espera que este porcentaje pueda triplicarse de aquí a 2020.

La locomotora británica

Cuando hablamos de comercio electrónico, la referencia en Europa por una vez no es Alemania, sino el Reino Unido, con una facturación online en 2013 de 107 mil millones de euros, un 70% más que Alemania, cuando la población es bastante menor.

Es que 41 millones de británicos son compradores online, un 64% de la población total del país. Además se gastan de media más de 2.600€ al año, lo que representa un 8,8% del PIB per cápita.

¿Cómo está España?

El mercado en 2013 fue de 14.400 millones de euros. Tan solo un 36% de los españoles compran online (por más de un 50% de los franceses o alemanes), y el gasto medio es muy inferior a Inglaterra, con una cesta media que apenas representa el 4% del PIB per cápita. Sin embargo, el comercio electrónico en España factura más que el Italiano (con una población bastante menor), y el m-commerce (comercio electrónico móvil), con un 22% de las compras online está más avanzado proporcionalmente que en Francia, casi en línea con Alemania o Incluso Reino Unido.

El potencial de crecimiento

Si pusiéramos como objetivo para España alcanzar los datos del Reino Unido tanto en porcentaje de compradores online como en cesta media (prorrateada por el PIB per cápita para tomar en cuenta las diferencias económicas), obtendríamos un potencial de crecimiento enorme. Solo con alcanzar las cifras del Reino Unido, el comercio electrónico español se cuadruplicaría respecto a ahora. Alcanzar una penetración similar a la de UK implicaría un crecimiento del 80%, mientras igualar la cesta media (en % del PIB por persona) implicaría un crecimiento del 128%.

Pero el comercio electrónico en Reino Unido sigue creciendo, tanto en penetración como en cesta media, según el citado estudio debería crecer otro 18% este año. Esto para España significa un gran potencial.

Y si algún lector matiza que el Reino Unido factura más porque muchas empresas se instalan allí por motivos fiscales o de simplicidad administrativa, responderé dos cosas:

La primera es que normalmente el país que más se beneficia de la competencia fiscal es Irlanda (casi todas las grandes multinacionales están allí).
La segunda es que si en lugar de tomar como referencia al Reino Unido volvemos a los clásicos (Alemania o Francia), el comercio electrónico español tendría entonces margen al menos para duplicarse, y en ambos países el crecimiento previsto para el 2014 es importante (20% para Alemania, 12% para Francia).

¿Vas a montar tu negocio online?

Que haya un gran crecimiento no significa que no haya competencia. De hecho, cada vez se crean más negocios online. Pero si lo haces de forma inteligente, buscando un nicho de mercado interesante, o llevando online productos y servicios que aún no están allí, puedes tener un gran negocio entre manos.