Hay que reconocer que las pequeñas empresas y los autónomos tienen un acceso mucho más complicado a la financiación que empresas de mayor tamaño. Además, precisamente debido a su menor capacidad de negociación, a menudo se encuentran asfixiados por culpa de las condiciones de pago que les imponen sus proveedores y clientes. Por estos motivos, me ha parecido interesante desarrollar un poco más las alternativas que existen de financiamiento para pymes al margen del sistema bancario.
Tensiones de tesorería
Clientes que pagan tarde
En teoría, la ley obliga a las empresas a no imponer plazos de pago superiores a los 60 días. Pero algunas empresas saben darle la vuelta a la situación. Usan trucos como registrar la factura en sus sistemas mucho más tarde que la fecha de recepción (y cuentan los 60 días a partir de entonces) o simplemente pretenden que existe un litigio comercial para ganar tiempo.
En teoría, el proveedor podría denunciar al cliente por incumplir las condiciones pactadas. Pero, ¿qué proveedor va a entrar en procesos judiciales con uno de sus principales clientes por unos días de retraso? El balance de fuerzas es favorable a la empresa grande, y muchas Pymes y autónomos aceptan la situación de mala gana.
Proveedores que exigen un pago rápido
En el otro lado del proceso, la pequeña empresa tiene muchas veces la obligación de pagar a sus proveedores con unos plazos muy cortos, especialmente si el proveedor es una empresa grande capaz de fijar las normas.
Pagar pronto y cobrar tarde no es bueno para la tesorería
Evidentemente si una pequeña empresa, o un autónomo, tiene que adelantar los gastos pronto, y luego tarda dos o tres meses en cobrar por sus trabajos, su situación financiera va a ser muy complicada. Muchas Pymes sufren de problemas de liquidez por este doble efecto, especialmente cuando se quedan atrapadas entre proveedores potentes y clientes poderosos.
Escasez de financiación para financiar proyectos
El otro problema al que se suelen enfrentar las Pymes es que no disponen de muchas garantías para apoyar sus solicitudes de financiación. Pueden tener un muy buen proyecto de inversión, pero la política de muchos bancos y sociedades de financiación a menudo es demasiada estricta, y no otorgan el dinero necesario para invertir.
Alternativas para encontrar financiación para una Pyme
Encontrar soluciones fuera del sistema bancario
Aunque los bancos cuentan por una parte importante de la financiación para empresas, no son las únicas fuentes de financiamiento para pymes. Hay empresas no bancarias, como DCF que ofrecen soluciones que van desde el descuento de pagarés hasta el factoring pasando por la financiación de proyectos.
Échale un vistazo al artículo que escribí hace algunos meses sobre las diferentes soluciones de financiación, porque muchas de ellas se pueden conseguir por parte de empresas, no necesariamente tienes que acudir a un banco.
Rediseñar el modelo de negocio
Para escapar de la trampa de la liquidez, se puede pensar en una forma diferente de trabajar. Te voy a dar un ejemplo, que cambia radicalmente la situación de tesorería de una empresa. En lugar de trabajar facturando productos o servicios en cada operación comercial, puedes inventar un sistema de suscripción. Es algo que he detallado varias veces en el blog.
La gran ventaja de un modelo de negocio de suscripción es que se desconecta el flujo de dinero de facturación del flujo de consumo de productos y servicios. Es más, habitualmente, con un sistema de suscripción cobras antes de empezar a dar servicio.
Como además es un formato que genera ingresos mucho más regulares y estables, te permite tener una situación de tesorería mucho más controlada y depender menos de la financiación.
Es cierto que no todos los negocios pueden poner en marcha un sistema de suscripción, pero creo que es legítimo por lo menos plantearlo y analizarlo, para ver si podría ser una solución para tu Pyme.
Buscar proveedores alternativos y diversificar a los clientes
Si dependes de un proveedor que te impone pagar al contado, a lo mejor te compensa ir buscando otras empresas para comprar los productos o servicios que tu negocio necesita. La idea es intentar conseguir unas mejores condiciones de pago, incluso si eso supone tener márgenes un poco peores. Todo depende, por supuesto, de lo crítica que es la situación financiera de tu empresa, y del coste relativo de la pérdida de margen respecto al coste de la financiación.
Si dependes mucho de un cliente que te paga tarde, compensa ir buscando a otros clientes, para diversificar tus opciones. Sé que cuesta mucho, pero compensa dedicar los esfuerzos para poco a poco depender menos de una sola empresa.
Financiar proyectos de una forma más creativa
Seguramente habrás escuchado hablar del crowdfunding. Es un formato que funciona muy bien, pero hay que reconocer que está limitado a algunas actividades económicas. Si no vendes productos o servicios relacionados con el entretenimiento o la cultura, es probable que no vayas a tener mucho éxito en este tipo de plataforma.
Pero, la idea de financiar una inversión entre mucha gente, y especialmente entre los clientes potenciales puede ser muy interesante. Sé que es una opción complicada, pero en algunas circunstancias, puede que tus propios clientes estén dispuestos a ayudarte a financiar el proyecto, sobre todo porque ellos van a ser los principales beneficiados de tu inversión.
Repito, no es algo que vaya a ser posible en muchos casos. Pero merece la pena estudiarlo, especialmente cuando tus ventas se concentran en uno o pocos clientes grandes.
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