¿Existe la responsabilidad limitada para el administrador de la sociedad?

 

responsabilidad limitada administrador sociedadMuchos emprendedores prescinden de empezar su negocio como autónomo porque temen que si las cosas salen mal, puedan perder su patrimonio personal. Por eso se plantean montar una empresa con personalidad jurídica,   una SL en la mayoría de los casos. Sin embargo, tener una sociedad mercantil no es la panacea. Porque la responsabilidad limitada no es un concepto absoluto. Tiene muchas limitaciones. Explicaciones.

Los límites de ser autónomo

En España, la forma más fácil de montar una empresa es como autónomo. Sin embargo, muchos de los emprendedores recelan de esta forma jurídica por la responsabilidad ilimitada que conlleva. En concreto, al trabajar como una persona física, no hay diferencia entre el patrimonio personal y el de la empresa. Por lo tanto, si las cosas salen mal, existe la posibilidad de perderlo todo.

Por esa razón, más de un futuro empresario opta por crear una sociedad limitada (SL). Y eso a pesar de que sea más costoso y lento abrirla, y que obligue a más trámites periódicos. En teoría, dotar la empresa de personalidad jurídica permite a sus administradores limitar su responsabilidad al capital aportado. Si las cosas salen mal, en teoría no podrán perder más que eso.

Pero, ¿de verdad es limitada la responsabilidad del administrador?

El límite no existe para tu banquero

Tener la responsabilidad limitada al capital aportado a la empresa suena muy bonito, pero en realidad en muchos casos el riesgo asumido por el emprendedor es independiente de la forma jurídica que escoja. Uno de los mejores ejemplos es el tema de los créditos.

Quien te vaya a prestar dinero quiere garantías. Si tu empresa es de nueva creación, es muy probable que no disponga de activos sin carga que puedan servir a garantizar el crédito. Entonces el banquero pedirá garantías personales a los socios, y si no las tienen, no prestará el dinero.

Ahora veamos que pasa si las cosas van mal para la empresa y los préstamos no se pueden pagar. Como has dado garantías personales, tu responsabilidad no quedará limitada a lo que hayas invertido en la compañía. El banco ejercerá sus derechos a cobrar la deuda. Y puedes perder los bienes que ofreciste como garantía en el momento de la firma del crédito.

¿Lo ves? A pesar de que en teoría, te beneficias de la responsabilidad limitada de la SL que creaste, en la práctica, puedes tener obligaciones personales. El caso de las garantías para obtener un préstamo es muy habitual en los negocios.

Como administrador, tienes que tener un comportamiento ejemplar

Otro matiz muy importante es que la responsabilidad limitada no es infinita. Si eres administrador de tu empresa y se considera que no has actuado correctamente, es posible que tu responsabilidad personal quede comprometida, con consecuencias legales y financieras para ti.

La responsabilidad de un administrador se extiende en lo mercantil, tributario, civil, penal, laboral, medioambiental, etc. Evidentemente, tienes que cumplir estrictamente lo que marcan las leyes. Pero hay algunos casos en los cuáles quizás no sepas ver si estás actuando correctamente o no.

Te voy a poner un sencillo ejemplo. Piensa en una situación económica delicada. Los resultados de tu empresa no van bien. Te está costando pagar a los proveedores, e incluso empiezas a tener retrasos con las nóminas de tus empleados. Pues puede ser difícil diferenciar unos problemas temporales  de tesorería (un batche) de una situación de quiebra irremediable.

La ley obliga a los administradores a solicitar el concurso de acreedores en caso de imposibilidad de seguir con las obligaciones crediticias de la empresa. Si no lo hacen, se les podrá pedir responsabilidades personales. El objetivo del concurso es garantizar los derechos de los acreedores y dar la oportunidad a la empresa de empezar de nuevo de forma saneada. Muchos empresarios no ven acercarse la quiebra y siguen adelante, comprometiendo su responsabilidad.

Emprender es arriesgar

Montar una sociedad limitada tiene sus ventajas. En particular, permite reducir la carga fiscal cuando se supera cierto volumen de beneficios. Pero esa forma jurídica no es una garantía absoluta de limitar la responsabilidad personal. El riesgo más habitual, el de no poder pagar las deudas al banco y responder con bienes propios, es idéntico para un autónomo y para el socio de una SL que haya dado garantías personales.

También hay que tomar en cuenta que un autónomo puede protegerse de algunas incidencias contratando un seguro de responsabilidad civil.

Pero, al final, sea cual sea la forma jurídica que se elija, siempre habrá que asumir riesgos. Como me gusta repetir en el blog, emprender es arriesgar. Y siempre que los beneficios a percibir superen los riesgos, interesa montar un negocio.

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