El lenguaje corporal en la vida profesional y el trabajo

lenguaje corporal en el trabajo El idioma corporal, también llamado lenguaje no verbal, es un aspecto conocido, pero poco utilizado en el ambiente de trabajo y en la vida profesional. Pero un emprendedor se tiene que enfrentar a múltiples situaciones de negociación, especialmente en el tema comercial, aunque no únicamente. Puede que hayas preparado tus argumentos, pero quizás te falte otro tipo de entrenamiento. Me refiero a usar los gestos de tu cuerpo para transmitir tu mensaje. En realidad estos consejos son válidos para todos, desde las personas que buscan un empleo hasta aquellas que tienen que dar su primer discurso en público. Así que no te lo pierdas.

La importancia de dar una buena imagen

Lo primero en que se va a fijar un interlocutor es en la imagen de la persona que le habla. Puede que sobre el comentario, porque es una obviedad, pero ir con una buena presentación, es decir aseado y con una ropa acorde a la situación, es un aspecto básico. No se pone un traje para ser conformista, sino con el objetivo de mostrar respeto hacia el interlocutor, y,  sobre todo, darle una primera impresión positiva.

Un buen uso de la palabra

Para convencer y persuadir, es necesario mostrar seguridad. Lo que vayas a decir, lo tienes que expresar de una forma clara, concisa y enérgica. Algunas personas tienden a perderse en paréntesis y digresiones. Tienen que ser conscientes del fallo, y centrarse en un discurso sencillo y efectivo. Si hay algún aspecto que desconoces, o no recuerdas, es mucho mejor reconocerlo de inmediato, ofreciendo una solución. Por ejemplo, basta con tener el reflejo de decir: “lo reviso y se lo confirmo esta tarde”. Queda muchísimo más profesional que quedarte en blanco, balbuceando y buscando desesperadamente en tus recuerdos.

Elementos fundamentales del lenguaje corporal

Si quieres ser consciente de la importancia del discurso no verbal, también llamado lenguaje corporal, tienes que pensar sobre todo en tus gestos. No olvidemos que los humanos somos animales, y que seguimos arrastrando en la memoria colectiva algunos gestos y actuaciones de antes de que nuestra especie pudiera hablar. Por supuesto, han cambiado mucho pero seguimos analizándolos, consciente o inconscientemente. Te voy a poner algunos ejemplos que te pueden ayudar a trabajar sobre gestos y posturas.

El saludo

El primer apretón de manos es importante. Muchas personas empiezan a hacerse una opinión con este contacto inicial. Tiene que ser firme, pero sin abusar. No se trata de un concurso de fuerza, no quieres romper la muñeca de tu contacto. Pero tampoco puedes dar la mano sin energía, dando la sensación a tu interlocutor de que no tienes consistencia física, algo que inmediatamente su mente asociará a inconsistencia en general.

Apoyarse sobre el respaldo de la silla

Algunas actuaciones tienen una interpretación muy obvia. Si te echas por atrás, por ejemplo apoyándote en el respaldo de la silla, y en consecuencia te alejas de la conversación, aunque sean unos centímetros, estás dando una impresión negativa. Muy probablemente, la otra persona interpretará o que no tienes interés, o que te sientes incómodo.

Inclinarse encima de la mesa

Si adoptas la actitud inversa a la anterior, puede que transmites una impresión mucho más segura y convincente, pero también es probable que tu interlocutor se sienta un poco invadido por tu presencia, incluso hasta el punto de sentir rechazo hacia esa postura demasiado agresiva.

Cruzarse de brazos

Es una postura defensiva. Das la impresión de estar protegiéndote de un ataque. No es una sensación que quieres transmitir. Mejor apoyar los antebrazos en la mesa. ¡Cuidado!, solo los antebrazos, apoyar los codos sería exagerado.

El lenguaje corporal de las manos

El resto de posturas que mencionamos antes son relativamente fáciles de corregir. El tema de las manos, sin embargo, es más complicado. En una charla, es difícil que estés pendientes de lo que estás haciendo inconscientemente con ellas. Pero aun así, es importante tomar algunas medidas, para evitar gestos agresivos como apuntar con el dedo a tu interlocutor, o, al contrario, gestos pasivos. Si puedes mantener las manos abiertas, y que acompañen las afirmaciones de tu discurso sin movimientos excesivos, darás mejor impresión.

La tarjeta de visita

El momento del intercambio de tarjetas de visitas puede llegar a ser importante. En algunas culturas orientales, como la japonesa, hay que tener mucho cuidado, ya que recibir la tarjeta del contacto y guardarla inmediatamente se interpreta como un desprecio. No cuesta nada echar una mirada de mucho interés a la tarjeta, antes de colocarla en un sitio visible de la mesa frente a ti, guardándola solo cuando se acabe la reunión.

La atención

Durante una conversación, lo ideal es permanecer visiblemente atento en cada momento a lo que diga tu interlocutor. Esto significa mirarle en todo momento, con tu cuerpo orientado hacia él. Cuando hay más de una persona, debes tener cuidado, y repartir tu atención entre todos los asistentes. Cuando hables, te dirigirás sucesivamente hacia uno y otro.

La mirada

Mirar a los ojos demuestra seguridad. Si bajas la mirada en demasiadas ocasiones parecerá que no confías en lo que dices, o peor, que estás contando mentiras que ni siquiera tu te crees. Sin embargo, tampoco puedes abusar de las miradas directas, ya que tus contactos podrían sentirse incómodos. En algunas culturas incluso puede considerarse como una provocación.

Estos son algunos de los consejos más generales que puedo compartir. Las personas que no estén acostumbradas a hablar con desconocidos quizás tengan alguna dificultad inicial a aplicarlos al principio. Pero, con el tiempo y un poco de práctica, se darán cuenta de que solo son recomendaciones de sentido común, que ayudarán a reforzar su mensaje. Pero claro, lo primero es el fondo del discurso, no la forma, aunque ambas importen para convencer a tu audiencia.

Artículos relacionados:

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio