Como saber si es hora de abandonar tu negocio o si deberías seguir

persiana bajadaNo me malinterpretes, yo quiero que tu empresa sea exitosa y que todo te vaya muy bien, pero emprender no siempre sale bien a la primera, y para poder lograrlo, a veces hay que pasar por un fracaso. Saber parar a tiempo hará la diferencia entre la ruina y una experiencia que se pueda aprovechar en el futuro. Por eso he pensado en darte unas recomendaciones para que puedas valorar si ha llegado la hora de abandonar o si deberías seguir. Al final, es tu decisión, los consejos a continuación solo son orientativos.

Comprueba los elementos fundamentales

Si ya has leído muchos artículos de este blog, te parecerán obvias esas comprobaciones, pero me parece necesario insistir en esos aspectos, porque seguir con un negocio mal enfocado desde el principio es una gran pérdida de tiempo.

  • ¿Está bien definida tu propuesta de valor? El producto o servicio que vendes tiene que aportar valor añadido al cliente, y que este cliente quiera pagar por ello. Si no sabes de que te estoy hablando, es preocupante.
  • ¿Tienes un mercado suficiente? A veces la idea es buena, pero simplemente no hay suficiente mercado para rentabilizarla. Mira cómo van tus competidores. Si no tienes competencia es posible que no tengas mercado. Si tu competencia va mal, es posible que no tengas mercado. Si tu competencia va bien, probablemente el problema venga de como tienes enfocado tu negocio.
  • Compárate con la competencia. ¿Qué haces mejor que ellos y qué haces peor? Revisa todo los aspectos, y determina si hacer cambios es factible o no. Por ejemplo, si te das cuenta que elegiste una mala ubicación, a menudo será más recomendable cerrar antes que mantenerse allí o pagar por un traslado muy caro.

Mira si tienes indicadores positivos

  • ¿Estás haciendo progresos? Si tus ventas van subiendo, o el tráfico a tu página, o tu ratio de conversión, puede que tengas una tendencia positiva, y que puedas acelerar el crecimiento tomando algunas medidas. Si no estás creciendo o lo haces de una forma demasiado lenta, entonces quizás te podrías plantear abandonar.
  • ¿Tienes clientes leales? Mira como están reaccionando tus clientes. Si están muy contentos con tu producto y servicio y repiten, es buena señal. Si muestran indiferencia, entonces puede ser preocupante.

Un vistazo al equipo

  • ¿Te apasiona lo que estás haciendo? ¿Se parece a lo que querías hacer? ¿Estás decepcionado, o al contrario motivado respecto a los retos? Eres el principal motor del negocio, si tú no crees en lo que estás haciendo, no tiene mucho sentido que sigas.
  • ¿Confías en tus socios? ¿Compartes su visión de la empresa y los objetivos? ¿Compartes sus valores? Si las cosas no fluyen con tus socios, impacta enormemente el negocio. Quizás te tengas que replantear la colaboración.
  • ¿Cómo valoras el trabajo de tus empleados? ¿Están motivados? ¿Son las personas adecuadas para ayudarte a llevar el negocio? Los errores de casting existen, y si se cambian a tiempo pueden no tener demasiada importancia.

abandonar o seguir¿Cómo van las finanzas?

La cuestión del dinero es fundamental en cualquier negocio. Has montado tu empresa para responder a una necesidad de mercado, sí, pero también para ganar dinero. Si estás consumiendo tus recursos financieros, deberás valorar para que fin. Si de repente un cliente te pasa un pedido en firme y necesitas dinero para poder abastecerle, puede merecer la pena pedir un crédito. Si el dinero se va solamente porque el negocio no llega a generar flujos de caja positivos, entonces endeudarte probablemente sea muy mala idea.

Si ves que la batalla está perdida, no hace falta que gastes hasta tu último cartucho hasta el final. Huir y conservar fuerzas y recursos para otras batallas no es cobardía, sino sabiduría.

¿Y tu vida personal?

Si tu negocio te estresa mucho, te enfrenta con tus familiares, o puede poner en riesgo el futuro de tus hijos, tienes que pensar muy bien si te merece la pena. Es normal tener que sacrificar un poco de tu vida personal durante un rato, pero todo tiene límites. Y la vida personal es mucho más importante que el éxito profesional, al menos en mi modo de ver.

¿Has hecho todo lo posible?

Si has probado todo lo que te parecía razonable intentar pero nada dio resultados, entonces quizás haya llegado el momento de pasar a otra cosa. Pero si al contrario te has quedado en tu zona de comodidad y no has intentado probar otros enfoques, abandonar podría ser demasiado prematuro. Tú decides.

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