21 excusas para no emprender

excusas para no emprender¿Eres de los que dicen “me gustaría crear mi empresa pero…”? Si de verdad lo quieres, lo más probable es que lo que te está frenando no sean motivos válidos sino excusas. Y las excusas se suelen disfrazar de motivos aparentemente muy racionales. He preparado una lista de 21 excusas con consejos para refutarla y seguir adelante.

¿Tienes miedo?

Normal. Hacer algo diferente siempre produce algo de miedo. Pero no confundas el miedo y el riesgo real. Racionaliza. Analiza lo que podría pasar y verás cómo encuentras soluciones para seguir adelante incluso si las cosas se tuercen. Si dejásemos el miedo controlar nuestras vidas no saldríamos a la calle. Y ¿qué me dices de la sensación de vencer tus temores? Se llama valentía, y es muy gratificante.

¿No tienes contactos?

Nadie los tiene al principio. Salvo que vengas de una familia empresarial, los contactos los construyes tú poco a poco. No hay una fórmula mágica, pero se consigue. Recuerda que ya te expliqué como puedes lograrlo.

¿No tienes dinero?

Casi mejor. Así seguro que tienes que pensar en un sistema más eficiente. Busca la forma de empezar a pequeña escala, consigue tus primeros clientes, y ve creciendo. Y si necesitas un poco más, ponte a trabajar y ahorra. También puedes pedir dinero a amigos y familiares. Pero insisto, hay formas de empezar un negocio sin dinero.

¿No tienes tiempo?

Venga ya. Esa excusa también la usan los que no quieren hacer deporte o siempre aplazan el día que van a aprender tal o tal cosa. Tiempo tienes, y de sobra. Pero lo usas para otras cosas. Si quieres algo, en este caso emprender, tienes que priorizar lo que haces.

¿No tienes los conocimientos?

Claro. Antes de aprender algo, normalmente nadie lo conoce. Esto tiene una solución muy fácil, y se llama formación. Puedes autoformarte, leyendo información en Internet como estás haciendo ahora mismo, o buscar una formación más estructurada, online u offline, pública o privada. Tienes muchas opciones.

¿No tienes las habilidades requeridas?

Una de dos: o has escogido un negocio que no te conviene, y entonces la solución es muy sencilla: busca otro, o te faltan algunas habilidades porque nadie puede hacer de todo, y en este caso lo que necesitas es rodearte, bien de socios, bien de asesores externos.

¿No tienes una idea de negocio?

Claro que sí que la tienes. ¿Cuántas veces has visto los fallos de otros negocios y pensado que lo harías diferente si fueras el dueño? Esas son las ideas de negocio. No existe la idea revolucionaría perfecta. Lo que funciona es mejorar lo existente. Hacer lo mismo que los demás, un poquito mejor.

¿No te puedes permitir arriesgarte?

Bueno, yo entiendo que tienes la responsabilidad de una familia y todo eso, pero al fin y al cabo, estamos volviendo a la excusa del miedo. Vivir es arriesgar. Emprender es arriesgar. El tema es que hay que tomar riesgos calculados. Entre tu situación cómoda (pero no carente de riesgo, te podrían despedir) y la imagen de toda tu familia pidiendo limosna en la calle hay una infinidad de casos intermedios.

¿Planificas mejor que ejecutas?

Pero, ¿qué me estás diciendo? Si lo he entendido bien eres un teórico, eres hábil en diseñar planes y programar cosas pero se te da mal pasar a la acción. ¿Sabes a qué suena eso? A una mezcla entre pereza y miedo. Lo que puedes planificar lo puedes implementar. No seas vago. Algún día tenías que salir de tu zona de comodidad.

¿Aún estas puliendo el concepto?

No existe el producto perfecto. No te engañes. Cuando pongas tu producto o servicio en el mercado te dará un poco de vergüenza porque nunca estará tal como hubieras querido que fuera. Tienes que poner la versión mínima viable y mejorarla en función de lo que te digan tus clientes, no de tus conceptos personales.

¿Emprender es demasiado duro?

No hay dos emprendedores iguales, de la misma forma que no hay dos puestos de trabajos iguales. Claro que supone un esfuerzo, pero en gran parte depende de ti. Eliges tu sector, eliges tu modelo de negocio. Y no olvides una cosa: hay una contrapartida. Si te va bien, estarás en una situación mucho mejor que si te hubieras quedado como empleado.

nada de excusas

¿Fracasar está muy mal visto?

Que sí. Que en España la gente es muy envidiosa. Si triunfas piensan que no tienes mérito y si fracasas te tratan como un perdedor. Primero, déjame dudar de esas afirmaciones, y segundo, aunque fueran ciertas, ¿qué importa? ¿A esas alturas todavía te preocupa lo que piensan los demás de ti? Te diré un secreto: a los demás no les importas. La gente solo se preocupa por sí mismo. Olvida lo que puedan decir. Es tu vida. Haz lo que quieras hacer.

¿Nadie te financia?

Claro, la culpa de que no emprendas la tiene el banco. Bueno, voy a ser indulgente, claro que estaría mejor que los bancos prestasen más dinero a los emprendedores, pero que te presten o no es irrelevante. Si tu proyecto implicaba invertir mucho dinero, adáptalo. Si no se puede adaptar, escoge otra idea. ¡Anda que no hay oportunidades!

¿Estamos en crisis?

Sí, me había dado cuenta. De hecho hace 7 años que estamos en crisis, y pese a lo que nos puedan contar los políticos, todavía nos faltan unos cuantos años más. Pero, ¿es esa una excusa para emprender? Para nada. Las crisis generan nuevas necesidades. Las crisis son oportunidades para nuevas empresas. Son las ya establecidas que sufren más, porque tiene que adaptarse. Si empiezas hoy, puedes diseñar tu proyecto en función de la situación actual. Es una ventaja tremenda.

¿Eres demasiado mayor, o joven, o tu salud no es óptima?

No hay edad para emprender. Los jóvenes tienen en general más entusiasmo y energía, mientras que los de más años disfrutan de una mayor experiencia y de más contactos. Y la salud, salvo que tengas algo muy grave, tampoco es una barrera. Como decíamos antes, cuando emprendes eres tú quien eliges, puedes montártelo de una forma que tus problemas no sean un impedimento. Y, créeme, todos tenemos algunos problemas.

¿No sabes por dónde empezar?

La caminata más larga empieza por un paso. Si de verdad no sabes qué hacer, pide ayuda. Pregunta a otros emprendedores. Es muy sencillo, solo es ponerse e ir resolviendo uno a uno los desafíos que te vas encontrando. No olvides que me puedes escribir para comentarme tu proyecto. Si tengo tiempo (y últimamente desgraciadamente tengo poco), procuraré orientarte.

¿Es demasiado tarde para tu idea?

¿Tenías un concepto de negocio en mente y acabas de darte cuenta que otros ya lo han hecho? ¿Y? ¿Qué te crees? ¿Qué solo hay una empresa en cada mercado? ¿Acaso piensas que Google fue el primer buscador o Facebook la primera red social? No es tarde. “Solamente” tienes que hacerlo mejor que los demás.

¿Tener una empresa ocupa demasiado y tienes otras prioridades (como la familia)?

No quieres montar una empresa porque no quieres ser como esas personas que se pasan la vida trabajando y no ven nunca a su familia. Lo entiendo y lo comparto. Pero puedes montar una empresa y tener una vida familiar plena. Al principio, tendrás que hacer sacrificios, pero a medio y largo plazo, si te organizas bien, automatizas y delegas, puedes llegar a llevar una empresa y tener una vida personal. Y si no pues la vendes y te quedas con la plusvalía, ya ves tú qué problema.

¿Tienes demasiadas ideas?

Claro. Como tienes tantas, no sabes cual desarrollar primero. Excusa. Coge una, impleméntala, pruébala, corrígela, mejórala, y luego pasa a la siguiente. Suenas un poco a aquel de antes con su “sé planificar pero no implementar”.

¿No sabes vender?

No pasa nada. A algunas personas se les da mejor que a otras, pero se aprende. Un emprendedor tiene que aprender a vender, aunque luego delegue esa tarea a comerciales. Pero tampoco es para tanto. Al principio cuesta mucho, pero como todo aprendizaje, acabas mejorando. De hecho, te recuerdo un viejo artículo del blog sobre el tema.

¿No sabes qué pasos administrativos hay que dar?

¿De verdad estás aplazando el inicio de tu negocio porque no sabes si es mejor ser autónomo, crear una sociedad limitada o quizás incluso una cooperativa? Te diré dos cosas. Primero, crear una empresa es vender un producto o servicio a unos clientes, no rellenar papeles. Céntrate en ofrecer la mejor experiencia posible a tus clientes y en vender. El resto es accesorio. Segundo, hay unos señores muy majos llamado gestores que te harán el papeleo y te explicarán lo que tengas que entender por un módico precio mensual. Cítate con uno.

* *

¿Alguna vez has escuchado otras excusas para no emprender? Creo haber sido bastante exhaustivo, pero por si acaso, tienes la sección de comentarios para mencionar otros falsos motivos que hayas podido oír.

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2 comentarios en “21 excusas para no emprender”

  1. jajajaja….. escusas sobran, personalmente las he vivido, crie una empresa de impermeabilizacion y pintura porque segun yo como no tenia ni un centavo y esto no requiere dinero para trabajar, el cliente me tiene que dar el 50% de anticipo. Pero que creen, tuve que hacer tratos con un proveedor de materiales, me fue bien al principio, pero el proveedor me piratio la idea, contrato muchos promotores y modifico los precios a la baja y me dejo sin chamba, lo peor es que yo para arrancar esta idea me tarde 5 meses buscando pretextos para no hacerlo. Decia, esque me falta esto, me falta lo otro, cuando en realidad lo que falta son hu… mejor dicho producto de gallina, y pantalones de valiente bien amarrados.

  2. Lorena Hernandez

    Buen post, la verdad muchas de las excusas que mencionas son las que yo me pongo para comenzar un negocio, pero poco a poco he ido quitandome esas trabas y me han ayudado mucho tus consejos.

    Muchas gracias!!

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