La venganza no sirve para nada

La venganza no sirve para nadaEmprender puede ser una experiencia dura, donde se reciben a veces golpes bajos. Las tensiones pueden llegar a ciertos extremos y a la sensación de haber sido perjudicado. Entonces, como en muchos aspectos de la vida, puede crecer en uno el deseo de venganza. Pero eso no sirve para nada, como muestra una escena de la Princesa Prometida, un clásico de los ochenta.