Una cosa vale lo que otro está dispuesto a pagar

valor de las cosasTodos los días escuchamos a personas decir “mi coche vale eso”, “mi casa vale tanto”, o en el mundo empresarial: “quiero pedir esta cantidad para el traspaso de mi local porque lo vale“, o “quiero ofrecer este porcentaje de mi capital a un posible inversor porque mi empresa vale tanto“. Todo esto es muy bonito, pero el precio lo fija el comprador.