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Como empezar una empresa: 10 consejos para encarrilar tu proyecto

como empezar una empresaMe doy cuenta por las preguntas que me llegan vía Facebook o el formulario de contacto de que muchas veces los posibles emprendedores se quedan bloqueados antes de empezar, porque no saben qué pasos dar. En este post no te voy a explicar todos los pasos para crear una empresa, ya que es un tema que ya trate en mi guía completa para montar un negocio, sino que me voy a centrar en los primeros pasos que tienes que dar para encarrilar tu proyecto.

10 motivos para emprender un negocio o crear una empresa

motivos para emprender un negocio
¡Toma metáfora!

Estamos casi al final de esta pequeña guía para montar una empresa, y antes de terminarla quería repasar los motivos para emprender un negocio. Como para todas las decisiones de la vida, algunas razones son más sensatas que otras. Las que te voy a presentar me parecen razonables, pero por si acaso también te comentaré motivos que no lo son tantos. Mi objetivo es que reflexiones sobre tus motivaciones, antes de tirarte a la piscina. Para tener una visión más completa, te invito a descubrir los 10 motivos para no emprender que publiqué hace algún tiempo.

Como encontrar proveedores para tu negocio (buscar y negociar)

como encontrar proveedores

La elección de los proveedores es una etapa fundamental en el proceso de montar un negocio. Todas las empresas dependen de otras, en menor o mayor medida, según los casos. Eso implica que para dar una experiencia excelente a tus clientes, no puedes menospreciar la importancia de seleccionar a tus socios. Si te estás preguntando como buscar y encontrar proveedores para tu negocio, te voy a dar las recomendaciones que considero más importantes para ayudarte a elegir correctamente.

Empieza por el principio: define tu propuesta de valor

No puedes empezar a firmar contratos con proveedores si no has definido claramente lo que quieres ofrecer a tus clientes. Parece obvio, pero a veces crear una empresa implica tomar tantas decisiones que es muy fácil empezar la casa por el tejado.

Una vez que tengas muy claro cual va a ser tu propuesta de valor, es mucho más fácil que puedas reflexionar sobre los medios que vas a emplear para lograr tu objetivo. Dentro de esta reflexión estarán los proveedores que vas a necesitar.

Es evidente que si tu estrategia es low cost no vas a trabajar con el mismo tipo de empresa que si ofreces un producto o servicio de lujo. Pero va mucho más allá de consideraciones de calidad y precio. Tu proveedor ideal tiene que encajar perfectamente con tu propuesta de valor.

¿Dónde puedes buscar (y encontrar) proveedores?

Si sabes que tipo de producto o servicio necesitas, se hace mucho más fácil encontrar el proveedor más adecuado. Tienes varias formas de buscar proveedores.

  1. Por Internet. Tienes multitud de directorios, servicios de páginas amarillas y por supuesto los buscadores como Google o Bing.
  2. En las ferias y salones. Este tipo de eventos puede representar una gran oportunidad para encontrar distintas empresas de un mismo sector. Infórmate de las ferias profesionales y no dudes en pagarte una entrada para ir a averiguar. Si hay muchos expositores te ahorrarás mucho tiempo en la búsqueda.
  3. Asociaciones profesionales. Cuando te preguntes como encontrar proveedores, ten el reflejo de pensar en los gremios. Es posible que otras empresas de tu sector trabajen con el tipo de empresa que estás buscando, por lo que dirigirte a tu asociación profesional te puede ayudar. Incluso a veces tiene acuerdos marcos con proveedores estratégicos y te podrías beneficiar de algunas ventajas. También puedes buscar la asociación profesional del sector del proveedor que te interesa, para acceder a la lista de sus miembros y conocer a muchos socios potenciales.
  4. Volvemos a Internet. Si lo que te interesa es buscar proveedores mayoristas, tienes varias páginas interesantes donde podrás conseguir los productos que te interesan. Sitios como solostocks.com, Alibaba.com y otras plataformas similares para comprar en China.

Infórmate y Compara

Si quieres poder obtener buenas condiciones, no puedes aceptar la primera oferta que recibas. Cuando vas a montar un negocio es vital que te preocupes por buscar en profundidad y comparar. Si has encontrado una empresa interesante, vuelve a buscar proveedores y selecciona un par más. El libre mercado funciona así. Tus clientes hacen lo mismo. Investigan y comparan para saber que les conviene mejor. De cierta manera, seleccionar con cuidado a tus proveedores te permite saber más sobre el comportamiento y las motivaciones de tus propios clientes.

Quizás hayas escuchado hablar de la regla de los 3 presupuestos. La idea es que cada vez que necesites comprar algo (producto u servicio) contactes al menos con 3 empresas y les pidas presupuesto. No es una regla estricta. Para compras caras o estratégicas, igual te hace falta comparar más de 3 opciones. Para suministros puntuales y baratos, perderías el tiempo si pidieras distintas ofertas. Pero en general funciona muy bien, y permite asegurarte de que eliges una opción aceptable.

Después de saber como encontrar proveedores para tu negocio, y a continuación de haber recibido el presupuesto de varios de ellos, todavía te falta una etapa: elegir y negociar.

Negocia: el precio no lo es todo

Antes de elegir el proveedor con quien vas a trabajar, debes dejar un espacio para la negociación, y no limitarte a criterios económicos. El precio es importante, pero no lo es todo.

  • Precio. Obviamente buscas montar un negocio rentable, por lo que si compras barato, te permitirá tener mejores márgenes o ajustar tus precios. Por lo tanto, el aspecto económico es un factor esencial de la negociación con proveedores.
  • Calidad. El precio solo no dice mucho. La relación entre la calidad ofrecida y el coste es lo que debería decidirte a optar por una oferta u otra. Comprar caro algo de calidad pasable es un error, pero comprar barato algo muy malo también lo es.
  • Garantías. ¿Qué pasa si algo sale mal? ¿A qué se compromete la empresa? ¿Se limita a vender y se desentiende? ¿Incluye garantía y servicio post venta o te cobrará grandes suplementos? Es un aspecto a veces olvidado de la negociación con proveedores por parte de emprendedores novatos, hasta que surge una incidencia que les hace aprender por las malas.
  • Disponibilidad y flexibilidad. Todavía no sabes como los clientes van a acoger tu producto. Si es un éxito, igual necesitas más disponibilidad por parte del proveedor. O al contrario, quizás tengas que reducir las compras inicialmente previstas. Por ejemplo, te puede salir muy barato comprar directamente en China, pero si necesitas más producto, vas a tener unos plazos de entrega muy largos. Entonces te arriesgas a tener ruptura de stock. De la posibilidad de devolver lo que no hayas vendido, ni te hablo. Analiza con el proveedor como hasta qué punto tendrás flexibilidades respecto a tus pedidos y devoluciones.
  • Condiciones de pago. En mi opinión, no debería existir el crédito empresa, pero existe. Eso significa que el proveedor puede financiarte, gracias a unas condiciones de pago aplazadas. No te engañes, al principio te tendrás que ganar tener acceso al crédito. Y si tu proveedor es una empresa mucho más grande que tú y no eres un cliente estratégico, quizás nunca obtengas condiciones de pago a crédito. Sin embargo, es algo bastante habitual, y si al principio demuestras que pagas al contado, es posible que vayas consiguiendo crédito con el tiempo.
  • Salud financiera. Cuanto más estratégico sea tu proveedor, más interés tienes en investigar su situación financiera. Si quiebra y dependes mucho de él podrías sufrir graves consecuencias, como quedarte sin suministro.
  • Ética. Esto depende de tu visión del mundo. Si trabajas con empresas socialmente responsables, estarás aportando tu granito de arena a la construcción de una sociedad mejor.

Antes de firmar

  • Asegúrate de que las responsabilidades están claras. En especial, procura pensar en todo lo que puede salir mal y asegúrate de dejar por escrito lo que es responsabilidad tuya y lo que es del proveedor. Te evitarás más de un disgusto.
  • Revisa todas las condiciones. Nada de leer sin firmar. Por cierto, para este tipo de cosas, espero que ya hayas metido un abogado en tu vida, porque es muy fácil dejar pasar una cláusula perjudicial si no eres un experto.
  • No te ates (ni en el tiempo ni en el sistema de trabajo). Es muy importante que no te comprometas demasiado. Al fin y al cabo, todavía no sabes como es el proveedor, ni si lo que te ha prometido es cierto. No firmes contratos a largo plazo que te impedirían cambiar de socio si no estuvieras satisfecho. Ten también mucho cuidado en no diseñar un sistema de trabajo que te haga depender del proveedor más de lo necesario. Especialmente cuando subcontrates algo: recuerda delegar el trabajo, no las decisiones.

La relación con los proveedores a lo largo del tiempo

Las situaciones cambian, revisa la relación con tus proveedores de vez en cuando. Incluso si estás satisfecho con el servicio y el precio, podrías perder oportunidades de reducir costes o descubrir servicios más completos si no echas un vistazo a lo que propone la competencia. Buscar proveedores alternativos de vez en cuando te permite mantenerte al tanto.

Procura establecer una colaboración de largo plazo y de confianza con tus proveedores. Recuerda tener también un poco de flexibilidad. Sabes que en cualquier relación, ambas partes deben sentirse satisfechas para que las cosas puedan durar. Un proveedor estratégico te puede sacar las castañas del fuego en situaciones complicadas para ti, pero no te ayudará si te portas como un cliente tirano.

Esto es todo lo que te quería comentar sobre como encontrar proveedores. En el próximo capítulo de la guía para montar un negocio, hablaremos de las principales causas de fracaso de los proyectos empresariales.

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Emprender es una aventura que merece la pena ser vivida, pero también existen algunos mitos duros de matar sobre la materia. Te propongo 10 de esas ideas recibidas que se suelen escuchar mucho. Aunque alguna tiene algo de verdad, la mayoría son mitos bastante peligrosos para los candidatos a montar un negocio.

1- Lo más complicado de la creación de empresa es superar las trabas administrativas.

Desde aquí critiqué más de una vez el hecho de que la Administración es más un freno que una ayuda para emprendedores y empresarios, pero eso no significa que piense que los trámites y los impuestos son los elementos más difíciles de superar en un proceso de creación de empresa.

Muchas personas que quieren montar un negocio se focalizan en como se tienen que registrar en Hacienda, en cuanto cuesta la cotización de autónomos, o en que requisitos les va a pedir el ayuntamiento para abrir un local al público. Parece que para esas personas, una vez superados los trámites, ya está hecho lo más difícil. Sin embargo es todo lo contrario. Los temas administrativos son sencillos. Se trata de algo estándar y que se puede delegar a profesionales (gestorías).

El verdadero asunto es si eres capaz de ofrecer el suficiente valor añadido a tus clientes para que te compren, que consigas llevar tu mensaje a esos clientes y que haya un mercado potencial suficiente para que puedas rentabilizar el negocio. Y es por allí que tienes que empezar, para poder afinar tu propuesta de valor.

2- Un negocio exitoso empieza por una idea de negocio brillante.

La idea no vale nada sin ejecución. En otras palabras, no es la idea sino el equipo que la pone en marcha lo que cuenta. Dos equipos con la misma idea no lo van a ejecutar de la misma manera. Una idea malísima seguramente significará un fracaso, pero un negocio basado en una idea medianamente buena pilotado por un equipo excelente le dará mil vueltas a una idea brillante llevada a cabo por un equipo medianamente bueno.

Porque ninguna propuesta de valor resiste al primer contacto con el mercado. El papel lo aguanta todo, pero solo cuando hablas con los clientes te das cuenta de lo que realmente quieren. Una ejecución buena significa acertar en los ajustes, ser flexible y actuar rápido. Eso lo puede hacer un equipo bueno.

3- Hay que pensar en algo que nadie haya pensado antes.

Este es un mito a medias. Por un lado es cierto que para diferenciarte, tienes que proponer algo diferente a tus clientes, y que este algo represente para ellos una ventaja respecto a la competencia suficiente para que decidan comprarte a ti antes que a ellos. Por lo tanto tienes que ofrecer algo que los demás no ofrecen.

Sin embargo, en la mente de muchos candidatos a emprender, pensar en algo que nadie haya pensado antes significa tener la idea del siglo, el concepto revolucionario que les hará de oro. Este pensamiento es erróneo y muy relacionado con el anterior. Razonando así nadie debería abrir un nuevo restaurante.

Creo que muchas de las personas que se creen este mito olvidan que abrir un nuevo mercado es mucho más arriesgado que lanzarse en un mercado existente, y que en el caso en que le fuera bien, su competencia aparecería enseguida. Y ganarían las empresas con la mejor ejecución, no las primeras en llegar.

Este pensamiento suele estar relacionado con lo que llamo la paranoia de la idea. Aquellas personas que lo padecen creen no solo que han encontrado la idea del siglo sino que los demás se la robaríamos si la supiéramos.

4- El producto es tan bueno que se venderá solo.

Hay una diferencia notable entre la confianza en si mismo y enamorarse de su idea de negocio hasta el punto de perder el sentido de la realidad. Ningún producto se vende solo. Los fenómenos virales son extremadamente raros e imprevisibles. Tener un producto bueno es un requisito necesario para vender, pero no es suficiente. Tendrás que darle a conocer, por todas las vías que puedas.

Un producto malo se puede vender algún tiempo, pero a largo plazo, por mucho que te esfuerces en promocionarlo y adornarlo, el cliente no repite la compra y se acaba sabiendo que tu producto es malo en todo el mercado.

5- Hace falta mucho dinero para emprender.

Obviamente, si tu propósito es montar una fábrica, igual tendrías que alquilar las instalaciones, comprar la maquinaria, contratar a los operarios, y todo eso cuesta mucho dinero. Sin embargo, tienes que reflexionar si no estás cayendo en el error de querer empezar a lo grande. Si por ejemplo has inventado un producto, deberías centrarte en si se puede vender, y luego analizar si lo puedes producir a un coste razonable. Igual firmar un acuerdo con una fábrica ya existente es una opción mucho más barata para empezar. Ganarás menos y dependerás de un socio, pero tendrás la oportunidad de probar tu idea. Y si te va bien, conseguirás dos cosas:

  • beneficios para invertir en el desarrollo de tu negocio (quizás tu propia fábrica)
  • resultados reales sobre los cuales apoyar tu búsqueda de financiación

He citado el ejemplo de una fábrica como extremo, pero la verdad es que la mayoría de los negocios se pueden plantear de forma más flexible y menos costosa, lo que hace que no haga falta tanto dinero para emprender.

6- Se puede delegar lo que no te gusta.

Ese es un error grave. Lo recomendable es delegar lo que no es estratégico para liberar tiempo para lo importante. Pero que no te guste no significa que debas prestarle mucha atención. Además, delegar tiene un coste importante: significa pagar a un empleado o a un profesional para hacer el trabajo, y normalmente, al menos al principio, no dispones de los recursos para delegar tanto.

7- Basta con vender más barato que la competencia para conquistar a nuevos clientes.

El precio es por supuesto un factor importante para tus clientes, pero no es el único factor. Descartando el caso obvio de los negocios de lujo y similares, un precio más bajo que la competencia no te asegura que los clientes vayan a comprarte a ti.

Es más, si esa afirmación fuera cierta para tu mercado, significaría que estás en un mercado de commodities (es decir algo similar a las materias primas), donde el único factor es el precio y no hay prácticamente valor añadido. En este caso tu futuro sería complicado, con ventas sin márgenes y guerras de precios (si bajas tarifas y consigues llevarte los clientes, ¿qué crees que harán tus competidores?)

Si eres más barato que la competencia, el cliente probablemente te comprará si en su percepción tu propuesta de valor es igual o superior a la de tu competencia. Pero también puede pensar que tienes precios bajos porque tus productos son peores y no comprarte.

8- Es necesario tener estudios de administración para montar un negocio

Tener conocimientos teóricos sobre el mundo de la empresa puede ser una gran ayuda, pero ni es una ventaja definitiva haber estudiado administración de empresa ni por supuesto es un requisito imprescindible. Tener criterio, decidir rápido, perseverar, saber cuando cortar pérdidas son algunos de los rasgos de personalidad que hacen que una persona pueda ser un emprendedor exitoso. Como ves, poco tienen que ver con los estudios.

Si los estudios no son un requisito, sí es recomendable que cualquier emprendedor este dispuesto a aprender algunos aspectos importantes para su negocio. También es un punto muy decisivo que haya tenido experiencia previa en el sector de su futuro negocio.

9- El dinero es lo primero.

El dinero solo llegará piensas en cada momento en como mejorar la experiencia del cliente. Si trabajas muy duro en mejorar tu propuesta de valor, en darla a conocer a tu mercado y a escuchar la retroalimentación de tus clientes, entonces es posible que llegue el dinero.

Si desde el primer momento solo piensas en el dinero por encima de la satisfacción de tus clientes, entonces lo vas a tener muy difícil.

10- Mis empleados serán mis amigos.

Con eso no me refiero al error de contratar a los amigos sino a la idea de que se va a crear un ambiente de trabajo tan guay que los empleados acabarán siendo mis amigos. Este mito, basado en buenas intenciones, crea muchos problemas.

  • En primer lugar, es muy difícil que tus empleados dejen de verte como el jefe. Ellos no están allí por diversión sino por ganarse el sueldo.
  • En segundo lugar, y más importante, la amistad puede dar lugar a muchas situaciones nefastas. Algunos emprendedores piensan que la amistad del jefe y el buen rollo pueden sustituir un aumento de sueldo. Otros no se atreverían a despedir a un empleado con un desempeño mediocre porque es un amigo. Eso sin contar con que los amigos hablan desde la igualdad, lo que puede suponer contradecir las decisiones del jefe.

Lo ideal son relaciones laborales basadas en la profesionalidad y el respeto. Debe haber un buen ambiente, te puede caer bien uno u otro, pero nunca debes olvidar que eres el jefe y que tienes que mantener la visión más objetiva posible sobre el desempeño de los empleados. Es suficientemente complicado de por si como para añadir una vinculación sentimental demasiado fuerte.

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