Los dos halcones del rey

Los cuentos infantiles a veces tienen enseñanzas aplicables al mundo de los negocios y de los emprendedores. Hoy en la sección de fábulas del blog vamos a ver una historia corta que tiene mucho que decir sobre el miedo a dar el paso, y sobre la forma de perder este miedo. Es el cuento de los dos halcones del rey, que te voy a resumir a continuación.

El halcón miedoso

Cuenta la historia que un rey recibió un día un regalo que le encantó. Se trataba de dos crías de halcón, que enseguida confió a su mejor cetrero para que las adiestrara. Pasó el tiempo, y un día el maestro pidió audiencia al Rey.

  • ¿Qué ocurre? ¿Has podido enseñar a mis halcones los secretos de la caza?
  • Majestad, ocurre algo extraño. Uno de los halcones vuela con gracia, velocidad y precisión, pero el otro no ha volado nunca. Se queda en su rama y solamente observa a su hermano.

El rey, gran amante de los animales, convoco a sus mejores curanderos para que resolvieran el tema. Pero el halcón no parecía enfermo. Simplemente se negaba a volar. Como nadie solucionaba el problema, el monarca ofreció una buena recompensa a quien hiciera volar el halcón.

A los pocos días, el maestro cetrero pido una nueva audiencia, y anunció con una sonrisa que ya los dos halcones volaban, y que se había puesto a enseñarle al que antes no se movía. El rey quiso verlo, y así era. Las dos aves cruzaban el cielo con destreza, aunque se notaba como el segundo halcón aún se mostraba un poco más torpe que el primero.

El rey quiso saber quién había solucionado el problema, y el cetrero le señaló a un campesino. El monarca no podía esconder su curiosidad.

  • ¿Cómo lo conseguiste?
  • Corté la rama, majestad. El halcón no tuvo otra opción que volar.

El rey no pudo disimular una sonrisa al ver la sencillez de la solución. Le dio la recompensa al campesino, y algunas instrucciones al maestro cetrero para la próxima partida de caza.

Corta tu rama

¿Sabes por qué me gusta tanto este cuento? Porque creo que describe a la perfección un problema que tienen muchos emprendedores, es decir el miedo a lanzarse. Aunque veas que otros lo han hecho antes que tú y no les ha pasado nada, puede ser que te quedes en tu rama, metáfora para un trabajo cómodo, y no te atrevas a dar el salto.

Muchos de esos halcones miedosos son personas con mucho potencial, pero que piensan demasiado. Se imaginan todo lo que podría salir mal, pero se olvidan de quienes son. Un halcón ha nacido para cazar, igual que muchas personas tienen los talentos y la formación para emprender.

Si eres un mínimo prudente, y tienes una cantidad ahorrada para cubrir el riesgo de que tu negocio no te funcione o tengas que buscar trabajo, entonces no deberías tener tanto miedo. Puedes probar, siempre tendrás la oportunidad de buscar otra rama si no te convence el vuelo.

Así que no lo dudes, corta tu rama, lánzate, y ya verás como te darás cuenta que ha sido la mejor decisión que podías haber tomado.

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