Los lectores que siguen mi aventura con el blog desde el inicio saben que hace poco tome la decisión de lanzar mi negocio. Finalmente, decidí optar por la opción más sencilla, económica y rápida para crear mi empresa: darse de alta como autónomo. Es bastante sencillo, y os cuento los pasos que he tenido que dar.
Ten en cuenta que escribí este artículo hace unos años, pero las cosas no han cambiado prácticamente, así que sigue siendo informativo.
1. Registarse como autónomo en Hacienda
Se puede hacer con certificado digital desde casa, o en cualquier oficina de Hacienda. Yo me acerqué a la oficina porque no tenía muy claro algunos conceptos. El modelo que hay que rellenar es el modelo 036 o su versión simplificada, el 037. Cuando fui me dieron el modelo 037 en papel (cobran 1€ por el formulario).
Después de los datos habituales de nombres, apellidos, dirección, DNI, vienen unos cuantos apartados donde hay que indicar los impuestos para los cuales nos damos de alta. Existen varias opciones que al parecer dependen de la actividad en la cual nos registramos. En mi caso, decidí crear una consultoría financiera para empresa (lo detallé en otro artículo) y después de deliberar entre varios agentes, me indicaron que tenía que registrarme como tipo de actividad EMPRESARIAL bajo el epígrafe 842 (casillas 403 y 402 del apartado 6 de la declaración).
Nota: si no sabes cuál es tu epígrafe, puedes consultar este artículo.
En el apartado 3 (IRPF), me hicieron validar las casillas 600 y 609. En el apartado 4 (IVA) tuve que validar la casilla 510.
Luego me explicaron que no tendría que hacer retención de IRPF en las facturas que emita, ya que al estar registrado en tipo de actividad empresarial (y no profesional), tendré declaraciones trimestrales de IRPF e IVA (modelos 130 y 303). En concreto para el IRPF se paga una provisión del 20% de la diferencia entre ingresos y gastos deducibles cada trimestre, y se ajusta en la declaración de la renta de final de año.
Firmé, me sellaron el formulario, y ya estaba: me había convertido en empresario.
2. Darse de alta como autónomo en la Seguridad Social
En este caso, hay que desplazarse hasta la oficina, ya que esta administración tiene mucho menos desarollados los servicios por internet que Hacienda. Estuve inmediatamente después de ir a Hacienda. La oficina estaba casi vacía y me acogieron con un “¡Hombre, un nuevo autónomo ! Por fín alguién para pagar nuestras pensiones cuando nos jubilemos.” Como no había hecho alguna fotocopia, la persona que me atendió me puso mala cara al principio, pero me atendió amablemente y me registró.
Nota: Ahora la sede electrónica de la Seguridad Social ha mejorado mucho.
Los datos que hay que tener son muy sencillos: los papeles del registro en Hacienda, el DNI y un número de cuenta donde te empiezan a cobrar el seguro social desde el primer mes. Se puede elegir entre una base mínima y máxima. Obviamente opté por la mínima, ya que empiezo un negocio, y son 274€ mensuales (incluido el seguro por accidente de trabajo, que es opcional y vale unos 12 euros mensuales). También hay que elegir una mutua, que se hará cargo de parte de la atención. El coste de la mutua está incluido en el importe que se paga a la Seguridad Social.
Nota: Ahora los nuevos autónomos tienen una deducción sobre las cuotas durante dos años y medio y el primer año es muy económico (60€ al mes aproximadamente).
Pregunté por el seguro de desempleo, que se votó hace algunas semanas en el Congreso, pero todavía no es aplicable (probablemente empezará el año siguiente) y de todos modos estará asociado a una subida de la cuota.
Nota: Ahora ya lleva unos años en marcha, aunque no es muy efectivo.
Con estos dos trámites, ya estaba todo. Lo ves, darse de alta como autónomo es bastante sencillo, especialmente si lo haces online con certificado digital.