Lo que te pueden enseñar los realities sobre negocios

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Últimamente, en canales de mucha audiencia y sobre todo en pequeñas cadenas de la TDT se emiten diversos programas de Real TV con un fuerte componente de negocio. Aunque al verlos no cabe duda de que un gran número de situaciones salen de la imaginación de guionistas, también contienen porciones muy creíbles sobre problemas que ocurren en la vida cotidiana de los negocios.

Pesadilla en la cocina

Tanto la versión española emitida en la Sexta como el programa original de Estados Unidos suelen mostrar algunos errores habituales, que lejos de ser específicas de los restaurantes, se podrían extrapolar sin problema a muchos pequeños negocios.

  • Dueños que no tienen idea. Lo típico es que un par de amigos sin experiencia decidan montar un restaurante porque parece fácil y divertido. Pero su inexperiencia les lleva a la ruina.
  • Falta absoluta de formalismo. Las cosas se hacen a ojo, sin ninguna norma, lo que provoca el caos en la cadena logística entre camareros y cocineros o situaciones inaceptables en la higiene del local.
  • Falta de liderazgo. A veces no hay ningún jefe, a veces hay varios y los empleados no saben a quien seguir. En ambos casos el desorden está servido.
  • Falta de reparto de responsabilidades. Suele ser una consecuencia del punto anterior. Si nadie se responsabiliza, los desastres no son culpa de nadie y todo sigue igual.
  • Inflexibilidad. En casos de negocios más asentados, el dueño sigue trabajando igual que siempre (o lo que cree que es igual que siempre), ignorando que hacer siempre lo mismo solo lleva a tener los mismos resultados (malos).
  • Mala elección de socios y empleados. Otro caso habitual es ver socios o empleados que son amigos o familiares, y que las relaciones personales dependan más del aspecto emocional que del profesional, llevando a muchas interpretaciones y problemas.

El jefe

En este programa norteamericano menos conocido, el jefe de una gran empresa pasa una semana de incógnito en diversos departamentos de su compañía, trabajando codo con codo con sus empleados en puestos que a menudo son de baja cualificación. Suele ser una experiencia muy positiva por diversas razones.

  • Una mejor comprensión de los aspectos fundamentales del negocio. El estar atendiendo a los clientes, trabajando de peón en un departamento de logística o en el servicio de mantenimiento del hotel permite conectar mucho mejor con la realidad del negocio. Si vas a montar tu empresa, yo te recomendaría que probarás a hacer el trabajo de tus empleados al menos una vez para entender mejor las cosas.
  • Darse cuenta que cada persona es importante. Es muy fácil creerte que porque eres quien toma las decisiones y tiene las responsabilidades más pesada de la empresa eres más importante que cualquier otro empleado. En realidad, cada función es importante, y debería tener a personas bien formadas y motivadas.

Empeños a lo bestia – La casa de empeños

Se trata de dos programas muy similares en el formato, pero que enseñan cosas diferentes. El primero sigue una casa de empeños de Detroit en un barrio muy pobre de la ciudad, gestionada por su fundador y sus dos hijos. El segundo se interesa por la actividad de una casa de empeños de Las Vegas, con una clientela mucho más selecta, y sigue las historias de tres generaciones (el abuelo fundador, el hijo que regenta la tienda, el nieto y un sobrino).

Desde el punto de vista de los negocios, es el enfoque familiar el que me parece más interesante en estos dos programas.

  • En el primero el padre se divierte haciendo competir a sus dos hijos, que se llevan fatal y parecen pasar más tiempo buscando los fallos del otro que trabajando para mejorar el negocio. El hijo parece más capacitado que la hija, sin embargo el padre se guía más por sus sentimientos hacia sus hijos (iguales para ambos) que sobre los datos objetivos de resultados. Un error que le puede costar muy caro a la larga.
  • En el segundo la cadena de mando está muy clara. El abuelo vigila desde la distancia pero sigue teniendo el último poder de decisión. Su hijo ejerce de gestor y el nieto aprende para un día sustituir a su padre.

Esos programas tampoco merecen mucha más atención. Cada capítulo es tan parecido al anterior que cuando has visto uno, podrías decir que los has visto todos. Pero si te interesa la gestión empresarial te puede interesar ver alguno por curiosidad. Como decía al principio, hay mucha parte de guión y puede llegar a ser molesto, pero aun así pueden servir como ejemplos, normalmente de lo que no hay que hacer.

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